18 noviembre 2003
Londres, (EFE).- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llegó hoy a Londres acompañado por su esposa, Laura, para empezar una visita de estado de tres días al Reino Unido, invitado por la reina Isabel II.
Entre impresionantes medidas de seguridad, el avión presidencial, "Air Force One", aterrizó en el aeropuerto de Heathrow, al oeste de la capital, donde la pareja fue recibida en privado por el príncipe Carlos, heredero al trono británico.
La comitiva se desplazó después, en helicóptero, hasta el Palacio de Buckingham, residencia de la Reina, donde Bush y su esposa se alojarán hasta el viernes.
La visita del dirigente estadounidense ha puesto a Londres en una "alta" alerta de seguridad.
Ante la creciente amenaza terrorista y la oposición que la visita ha suscitado en el país, el Gobierno británico, en colaboración con la Casa Blanca, ha puesto en marcha un dispositivo sin precedentes.
Además del reforzamiento de la vigilancia en puertos, aeropuertos y estaciones de tren, nada menos que catorce mil agentes de la Policía Metropolitana de Londres -aproximadamente la mitad del Cuerpo- patrullan las calles.
Este despliegue de personas armadas, evidente a cada paso, es el mayor que ve esta ciudad desde la segunda Guerra Mundial (1939-45).
Pero las medidas tomadas por la visita del líder no acaban aquí: unos 250 miembros del Servicio Secreto estadounidense vigilarán, en todo momento, al presidente, junto con docenas de francotiradores y unidades antiterroristas que le seguirán los pasos.
Efectivos de las fuerzas especiales británicas SAS (Special Air Service) y de los servicios de espionaje y contraespionaje -MI5 y MI6- están también en alerta en caso de emergencia.
Habrá cuarenta vehículos blindados para los desplazamientos del dirigente, entre ellos su Cadillac deVille, diseñado para soportar ataques con lanzagranadas e incluso atentados con armas químicas o biológicas.
Durante el día de hoy ya se pudo ver el helicóptero de la Policía londinense que supervisará los desplazamientos del presidente las 24 horas del día, mientras que varias lanchas policiales patrullarán el río Támesis.
El imponente despliegue de agentes del orden -que costará unos 14 millones de euros al contribuyente británico- no impidió que esta misma noche varios grupos de manifestantes protestaran frente al Palacio de Buckingham, convertido en una fortaleza, y en la galería de arte Tate Modern.
George W. Bush, el primer presidente de Estados Unidos que hace una visita 'de Estado' al Reino Unido, seguirá una apretada agenda hasta su partida, el viernes 21.
Según los datos divulgados por Downing Street, residencia oficial del primer ministro, Tony Blair, Bush y su esposa serán recibidos de forma oficial el miércoles, día 19, en una ceremonia con pompa en el Palacio de Buckingham.
Bush conversará con los líderes del Partido Conservador, Michael Howard, y Liberal Demócrata, Charles Kennedy, ambos en la oposición.
A mediodía, dará un discurso sobre la alianza transatlántica en el palacete de protocolo Banqueting House, en el centro de Londres, para después visitar a familiares de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU.
El mismo miércoles por la noche, la reina Isabel II agasajará a la pareja con un banquete de Estado en Buckingham Palace.
El jueves, día 20, es el más temido por el Gobierno británico y las fuerzas de seguridad.
Se prevé que cientos de miles de personas procedentes de todo el país se echen a las calles de Londres para protestar por la visita de Bush y, en general, su política exterior, ante la atenta mirada de cinco mil policías.
La "Coalición Parad la Guerra" negoció el lunes con la Policía el itinerario de la manifestación, que marchará por Whitehall, frente a la residencia de Blair; Westminster, sede del Parlamento; y acabará en la plaza de Trafalgar, donde será derribada una efigie de George W. Bush.
Ese día, el presidente visitará la tumba del Soldado Desconocido y la abadía de Westminster y, después, saludará a los familiares de los soldados británicos muertos en las guerras de Iraq
y Afganistán.
Posteriormente, será recibido por Tony Blair, con quien analizará la situación en Iraq, y ambos darán una rueda de prensa.
Tras un almuerzo, el dirigente participará en una mesa redonda sobre el sida con representantes de organizaciones de beneficencia.
Por la noche, Bush y su esposa Laura ofrecerán una cena a Isabel II en la embajada de Estados Unidos, que ya hoy estaba vigilada por hombres armados.
El viernes por la mañana la Reina se despedirá oficialmente del presidente y la Primera Dama, quienes visitarán, a continuación, la circunscripción electoral de Tony Blair, Sedgefield, en el noreste de Inglaterra, bajo la protección de unos 1.300 policías.
Después de almorzar, la pareja y su comitiva dejarán el Reino Unido para regresar a Washington.