Espectáculos Rob Reiner Entrevistas FÁTIMA BOSCH Conciertos SERIES

Llega un ladrón a La Laguna

El Siglo de Torreón

Torreón, Coah.- A todos los escritores les da el bloqueo mental, que los deja rendidos ante una pared que no les permite seguir adelante expresando su interior, manifestándolo en papel.

La película El Ladrón de Orquídeas, que a partir de hoy se proyecta en todos los cines de la Comarca Lagunera, enfoca su óptica sobre el tema y es un vasto “chiste” sobre las plumas de Hollywood que caen víctimas de esta “enfermedad”, por llamarlo así, y que para unos puede ser el final de su carrera y para otros significa caer en las garras del estilo genérico de La Meca del cine.

Nicolas Cage encarna al guionista Charlie Kaufman, individuo de la vida real que escribió de hecho esta película y ¿Quieres Ser John Malkovich?, y somos testigos de sus vivencias al tratar de adaptar a la pantalla grande el libro El Ladrón de Orquídeas, de Susan Orlean.

Spike Jonze, uno de los creadores del tan odiado Jackass, de MTV, y nuevo “chico prodigio” del cine, en verdad muestra una comedia inteligente centrada en una de las figuras que por lo general uno pasa por alto como parte de la industria.

Peor para Charlie, quien no puede avanzar del primer párrafo de su narrativa y que, para colmo de males, su hermano gemelo Donald sin batallar nada coloca un guión genérico de acción con una mano en la cintura.

Mientras tanto, la historia divide su tiempo con la escritora del libro (la bella Meryl Streep) y el contacto que ella tiene con el ladrón de orquídeas John Laroche (Chris Cooper).

Charlie Kaufman, al contar su historia de cómo adapta la novela, es irónico en el contexto global, pues a pesar de ver el crédito de Donald en los posters del cine, el hermano gemelo en realidad no existe.

Como se decía al principio, la película es un chiste enorme sobre la dualidad del hombre, del escritor que se balancea precariamente entre la agonía y el éxtasis, entre el guión inteligente y aquel que se encuentra por abajo del mismo estándar cinematográfico que existe en su medio. El mismo Kaufman maneja los clichés de Hollywood, de lo que no debe hacerse al escribir un guión y el producto final es algo que se apega a los principios de la industria y a los principios del hombre que busca estar alejado de los mismos. Con esta cinta por fin la gente logrará saber lo que sufre un guionista al escribir un guión: qué buen chiste es ése.

Leer más de Espectáculos

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Espectáculos

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 34286

elsiglo.mx