Buenos Aires, ARG.- El cineasta mexicano Arturo Ripstein viajará la próxima semana a esta capital, para ofrecer una conferencia sobre la realización de guiones fílmicos, mientras se exhibe aquí una retrospectiva que incluye siete de sus películas.
El director de La Mujer del Puerto dijo en entrevista con el diario argentino La Nación, que lo que realizará en esta capital -el próximo 15 de noviembre- ?no es exactamente un seminario porque tengo ciertas limitaciones para hablar de cine; no soy profesor de eso?.
?Tengo opiniones, pero dictar una cátedra está un poco fuera de mi competencia. Y no tengo la objetividad ni la distancia para hablar de mi obra, a pesar de que ciertas películas mías ya las veo como si fueran de otros. Ripstein, quien llegará a la capital argentina acompañado de su esposa Paz Alicia Garciadiego, agregó que no tiene por qué hacer una crítica razonada ni un catálogo de sus trabajos, ?pero sí puedo recordar por qué hice tal cosa o dejé de hacer tal otra?.
El cineasta, que entre sus películas incluye Profundo Carmesí y El Coronel no Tiene Quien le Escriba, aseguró que ?nunca permitiría una retrospectiva completa de mi obra porque hay unas cintas espantosas?.
Añadió que la muestra que se exhibirá aquí constituye ?algunas de mis primeras cosas, de cuando yo era un joven de 27 años. La distancia da más para la nostalgia y la memoria, más que para la reflexión y la teoría. Porque lejos de mis pretensiones está hacer un análisis crítico, razonado, antropológico, sociológico o lo que sea de por qué hice cada película?. La retrospectiva que inició ayer incluye los filmes El Castillo de la Pureza (1973), El Santo Oficio (1974), Lecumberri (1976); Profundo Carmesí (1996), La Perdición de los Hombres (2000), Así es la Vida (2000), La Virgen de la Lujuria (2002).
Ripstein dijo que las películas que serán exhibidas en una sala bonaerense fue ?azarosa?, y lamentó que se hayan quedado fuera obras como Principio y Fin, Fox Trot o La Mujer del Puerto, entre otras.
En la entrevista, el cineasta mexicano reveló que nunca tuvo la vocación de hacer una película política y que trató de evitarlo tan pronto se dio cuenta ?de que mis opiniones eran muy volátiles?.
Por el contrario, reconoció que la familia ha sido uno de los temas frecuentes de sus trabajos, pero también un tema de importancia en el cine mexicano ?y yo soy heredero de una tradición y un continuador, sólo que he intentado darle una vuelta. He escogido hacer una serie de melodramas, pero más bien vistos desde el anverso de la moneda. El melodrama era exaltador de una serie de valores. Lo que yo hago es jugar más o menos con las reglas del juego, pero al final trato de mirarlas desde otro ángulo?, anotó.
El cineasta mexicano recordó que el inicio fue con la película El Castillo de la Pureza, un filme que le habían encargado a Luis Buñuel, quien lo recomendó para que dirigiera el filme. ?En esa época era un jovencito de 27 años?.
Ripstein negó que haya trabajado o sido amigo de Buñuel, así como que sus obras se parezcan a las del cineasta español. ?Se me atribuyó una cercanía que no existió, y muchas veces han dicho que mis películas se parecen a las de Buñuel, lo que no es verdad?, dijo.