CHICAGO, EU.- Esteban Loaiza, pitcher abridor de la Liga Americana en el Juego de Estrellas. Suena raro, pero el título le gusta al derecho mexicano.
Apenas el año pasado, Loaiza era un veterano que parecía haber dejado atrás sus mejores días. Terminó la temporada con los Azulejos de Toronto con marca de 9-10 y su futuro no se veía muy brillante.
Ahora se encuentra listo para tomar la lomita hoy como abridor de la Liga Americana ante su fanaticada local de los Medias Blancas de Chicago, y el mexicano de 31 años no podría estar más contento.
“Nunca pensé que estaría aquí. Todo ha rendido frutos para mí”, comentó ayer el nativo de Tijuana, quien llegó al receso del Juego de Estrellas con marca de 11-5 y efectividad de 2,21. “Siempre he tenido el talento y este año lo he probado”, indicó.
El dirigente de la escuadra Americana, Mike Scioscia, de los Serafines de Anaheim, reconoció el talento de su abridor de hoy, y dijo que Loaiza sólo necesitaba organizarse y evitar las lesiones. “Es un tipo que ha tenido un brazo increíble por mucho tiempo”, reconoció.
Loaiza, por su parte, confesó que se quedó mudo cuando se enteró que fue escogido para participar en el Juego de Estrellas, y más aún cuando le dijeron que sería el abridor. “Es tan especial para mí, no sé ni qué decir”, sostuvo.
De otro lado, el serpentinero dio crédito a sus predecesores latinos que sentaron las bases para que jugadores como él puedan brillar en el beisbol estadounidense.
“El primer mexicano en abrir en un juego de estrellas fue Fernando Valenzuela. Él abrió las puertas para que alguien como yo esté aquí”, dijo.