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MÉXICO, DF.- La administración de Andrés Manuel López Obrador pretende regular el ambulantaje y no prohibirlo más, al reacomodarlo en la zona oriente del perímetro “A” del Centro Histórico y dejar libres las calles que circundan a la Plaza de la Constitución.
De acuerdo a fuentes confiables, no se dejará que se instalen los vendedores semifijos o “toreros” en las zonas donde se encuentra Palacio Nacional, Suprema Corte de Justicia de la Nación, Catedral Metropolitana, Templo Mayor, Hospital “Gregorio Salas”, museos y edificios públicos.
Para lograr sus objetivos, personal del gobierno local mide las calles de la zona oriente -hacia la Merced-, con el fin de calcular cuántos ambulantes podrían instalarse, el tamaño de los puestos, el horario de venta y el establecimiento de días de descanso para mantenimiento de infraestructura.
Hoy, los ambulantes abandonaron las calles del Centro Histórico, pero antes lavaron las calles con jabón. Sin embargo, una de las líderes, Guadalupe Hernández Carrillo, reveló que sólo darán una “tregua” al gobierno local y este viernes continuarán vendiendo su mercancía.
Durante un recorrido realizado por el subsecretario Alejandro Encinas por las calles de Corregidora, Mesones y Moneda, se constató el retiro de ambulantes.
Dijo que ya existe una comisión integrada por un representante del gobierno local, otro de la delegación Cuauhtémoc, ambulantes y comerciantes establecidos, quienes iniciaron el reordenamiento de esta actividad. Incluso, adelantó que hoy darán a conocer nuevas disposiciones en esta materia.
En su comparecencia del pasado 29 de noviembre, ante la Asamblea Legislativa, Encinas se refirió a la elaboración de una Ley de Uso y Aprovechamiento de la Vía Pública y Espacios Comunes del DF, así como restituir las normas de convivencia social, es decir no permitir el uso de aparatos de sonido y respetar las fachadas de los edificios.
Empresarios y comerciantes establecidos del Centro Histórico se pronunciaron a favor de una regulación del ambulantaje en el primer cuadro de la ciudad, para que deje de ser una actividad prohibida.
No obstante, expusieron que de prosperar esa regulación se debe realizar con varias condiciones, como confinar a los informales en áreas muy específicas, obligarlos a que paguen impuestos e impedir que vendan productos robados, de contrabando o piratería.
Guadalupe Gómez Collada, presidenta de la Asociación de Comerciantes Establecidos del Centro Histórico, dijo que “sería bueno un plan así”, aunque se mostró escéptica de los resultados “porque si las autoridades se van a mostrar negligentes, como lo han sido para cumplir las leyes, esto podría realizarse en cuatro o cinco años, por eso no les creo nada”.
Por separado, Juan Manuel Arriaga, presidente de la Cámara de Comercio de la ciudad de México, se mostró dispuestos a debatir esa propuesta con todos los actores involucrados, que debe incluir un mecanismo para incorporar a los ambulantes a la legalidad, con el pago de impuestos.
“Deben ofrecerse alternativas a los ambulantes a través del diálogo, pero de no lograrse sería necesario el uso de la fuerza pública para retirarlos”, opinó.
A su vez, Guillermo Gazal, presidente de Procentrhico, consideró que el gobierno de la ciudad pretende regular el comercio informal para convertir a los ambulantes en un botín político, con miras a las elecciones de julio próximo.