VILLA DE ÁLVAREZ, Col.- Hipólito Álvarez, uno de los muchos damnificados de este lugar, se resiste a que los “monstruos verdes” como el les dice -a elementos del Ejército Mexicano quienes desde el día del temblor hacen su trabajo-, derriben su pequeño museo.
Con los adobes a punto de caer un cuarto de dos por dos es un muestrario de los contrastes e ironías de la vida.
La pobreza del piso de tierra, el techo de teja y palos convierten la pobre casa de la Hipólito en la sala de un museo de cultura popular.
Sin embargo, la naturaleza se empeñó en que artista y obra se separaran, inevitablemente el pintor tendrá que ir tarde o temprano al albergue y las máquinas el Ejército Mexicano darán cuenta de la casa con todo y sus paredes pintadas por este hombre de 41 años.
Hipólito sale al umbral de su casa para decir “míralos, ya casi llegan esos monstruos verdes que viene tirando poco a poco nuestros hogares, tenemos más de treinta años aquí”.
Poco a poco y tras una nube de polvo aparecen ante los ojos del pintor excavadoras y grandes camiones verdes de Ejército Mexicano que vienen derrumbando una a una las casas que no pudieron soportar los 7.6 grados del terremoto que el martes pasado azotó el estado.
¿Las tragedias inspiran a algunos artistas para crear, lo que sucedió aquí lo motivaría a pintar algo?, se le pregunta a Hipólito.
“Es difícil expresar en un retrato la desgracia personal, es difícil cuando nos pasa a nosotros, cuando nosotros somos la desgracia”; responde el pintor. La puerta suena e interrumpe la conversación, son los vecinos que llevan a Hipólito un plato de arroz, frijoles, dos tortillas y un chile verde, el menú que el pintor y los vecinos de al menos seis manzanas de este municipio han repetido durante los últimos cuatro días.
Sin lugar a dudas el arte sacro es el preferido de Hipólito pues sobre la pared de adobe pintó un Cristo que ahora se encuentra atravesado por una grieta que dejó el terremoto.
Finalmente Hipólito sale de la casa y con un hilo de voz dice: “Aquí, aquí espero a los monstruos verdes, quiero ver cómo destruyen lo que yo creé”.