TORREÓN, COAH.- En los alrededores del Estadio Corona llaman la atención algunos hombres con blocks en mano, todos lucían gorras de llamativos colores, en las cuales se puede leer, “Sindicato de Vendedores de Boletos”, para sorpresa de algunos aficionados, quienes definen esta situación como la reventa legalizada.
Arriba de las taquillas, una gran pancarta que avisaba la existencia de boletos, mientras el vendedor ofrece la papeleta “al precio”, pero al final se solicita la propina. Los vendedores de playeras, gorras y banderines se quejan de las bajas ventas y no es mejor la suerte de quienes expenden lonches de adobada u otro tipo de alimentos.
Ya en el interior del inmueble el ruido de la música es ensordecedor y las quejas no se hacen esperar, hasta que alguien por fin baja el volumen, lo que en esos momentos se escucha es la numerosa porra de la Autónoma de Guadalajara, que al parecer tiene más apoyo fuera de casa que en el mismo Tres de Marzo.
La asistencia y el ambiente son superiores a lo del juego anterior en el Corona, aunque los grandes huecos aún aparecen en la tribuna, a pesar de que la directiva puso en práctica una promoción para facilitar el ingreso de los menores de 12 años. Bellas edecanes y mucha gente que nada tiene que hacer en la cancha, aguardan la salida de los jugadores de Santos Laguna y cuando Johan Rodríguez aparece en el campo, viene una reacción de la tribuna.
Jared Borgetti estrella un remate de cabeza en la orquilla y el grito de gol se contiene, en respuesta, Tecos cobra una falta y Patricio Camps anota el gol de la Autónoma de Guadalajara: “y no le echen la culpa al de la cerveza”, grita el simpático expendedor de este producto; Santos Laguna está encima, el equipo insiste en ir al frente, pero Tecos está bien parado y eso provoca imprecisiones, a pesar de que Javier Manjarín nunca se cansó de dibujar excelentes trazos al compañero, que siempre entraba con ventaja.
Pero el gol del visitante le da seguridad a su cuadro bajo y a pesar de los intentos del cuadro local, la esperada anotación no llega, termina el primer tiempo y los abucheos no se hacen esperar; Santos salta igual en la parte complementaria y las acciones no cambian, el cuadro lagunero insiste frente a un bien plantado equipo estudiantil tapatío. Además de la nutrida porra de Tecos, en la tribuna se dieron cita seguidores de la Autónoma de Guadalajara, familiares y amigos de Mario Rodríguez, Gandhi Vega, Pablo Metlich y Martín Boasso.
Pasaba el tiempo y la desesperación hizo presa de algunos jugadores, al igual que en la tribuna: “Tena, pregúntale al Yayo; Tena, aquí estoy, si necesitas un consejo”; “Pedro”, se referían a Jiménez, “entra al partido, aunque no te manden”, el lenguaje florido en las tribunas hacía su aparición, pero quienes sí se extralimitan son los aficionados en Sol, que recuerdan el diez de mayo al técnico de Santos. “Qué esperas para los cambios; Johan, por favor salte; Pony, ya manda un buen centro”, a la par con el tercer recordatorio familiar para Luis Fernando Tena, de la que se dice la mejor afición de México.
Osmar Donizette abandona el partido y Johan Rodríguez deja su lugar a Eduardo Lillingston, las cosas entonces son diferentes y el recién ingresado delantero peina el balón para la llegada de Caniza, el grito de “goool” por fin se escucha de parte de los seguidores santistas; fue como una ráfaga, Manjarín sigue en gran nivel y con zapatazo de derecha clarea a Mario Rodríguez para la mejor anotación del partido; Rodrigo Ruiz al fin concreta una gran jugada y sirve a Jared, que vence de derecha al joven lagunero, defensor de la portería de Tecos.
Entonces todo es diferente, la tribuna de Sol ya no se mete con Luis Fernando Tena, el público pide el cuarto gol y éste está muy cerca de caer, pero afortunadamente para los visitantes, el cuadro bajo se multiplica y evita el daño.
Luis Fernando Tena y quienes estaban en la cancha, en cinco minutos pasan de villanos a héroes de la película; de la mano de Javier Manjarín, Santos Laguna lograba un triunfo importante, frente a un rival que vino a hacer lo suyo y con buen futbol, puso en predicamentos a un equipo que nunca dejó de luchar, aunque “la mejor afición de México” no lo entienda así.