Para el presidente Fox la democrática votación de este fin de año en la Cámara de Diputados que derrotó a su propuesta de Reforma Fiscal es “un error histórico”. Está en su derecho de pensar así, por supuesto y de decirlo, pero hasta ahí. No debió manifestar a posteriori la terrible ira que lo llevó a cometer a su vez errores histéricos, que han causado en algunos amarillistas periódicos del mundo la publicada impresión de que México es ingobernable y que estamos a punto de iniciar la Revolución Mexicana del siglo XXI.
El dejarse ir a reacciones furibundas es nefasto para el país pues aleja la inversión extranjera y dentro, polariza las opiniones simplistamente entre “los buenos y los malos”, “los que están conmigo y los que están contra mí”, como diría Bush. El mismo Fox sabe que no es catastrófica para el país la indudable derrota política que sufrieron él y el PAN al ser rechazada su Reforma Fiscal puesto que también hizo declaraciones sensatas, como “No está en juego la solidez de las instituciones y la estabilidad de la economía, tampoco está en juego el futuro de esta gran nación, pero sí el avanzar con más rapidez y eficacia en la solución de grandes rezagos sociales que heredamos”. Entonces ¿para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo, señor Presidente?
La desesperación le hizo decir cosas de película de vaqueros como ésa de “No me vencerán”, pero también incongruencias como una que mereció las 8 columnas de Excélsior el 13 de diciembre: “Buscamos democracia; otros estancamiento”, “Democracia” es palabra prohibida cuando se está uno tan acremente quejando de la primera votación democrática en la Cámara de Diputados.
Buscar democracia y ponerse fuera de sí cuando la encuentra, no es precisamente un alarde de congruencia del Presidente, PERO ¿QUÉ HABÍA DETRÁS DE LA FOXIRREFORMA? Lo mismo de siempre, los criterios del FMI: Lo que hizo que Fox y el PAN fracasaran de inicio fue como es obvio la testarudez del impuesto a alimentos y medicinas. Aunque lo fueron disminuyendo hasta llegar al 3% jamás quisieron soltarlo porque es un impuesto global y ellos están al servicio de la globalización. Bien dicen algunos defensores de Fox: “Pero si en muchos países se cobra ese impuesto”, ése es el chiste: Aquí no y en ese sentido el Congreso de México resiste.
No hay que olvidar que por desgracia hoy en día detrás de los alimentos están inmensas transnacionales y al frente de las medicinas, los bandidos laboratorios internacionales (como Pfizer que se anuncia como bondadosísimo y lanzó marcapasos que arruinaron cientos de corazones).
Por otra parte lo bueno que tenía la reforma y por lo que mucha gente del público la apoyaba, la posibilidad de que estados y municipios cobraran directamente parte de los impuestos, o bien, lograr que a través del IVA pagaran algo los millones de informales que no pagan ni quinto, intocables para todos los partidos ya que son fábricas de votos, ocultaba en cambio hechos como los contratos ilegales de Pemex con Halliburton. La reforma fallida pretendía legalizar dichos contratos, entre otros cambios de corte neoliberal.
La votación canceló también impuestos a las prestaciones, el colmo, y a las publicaciones. En un país en que tan pocos leen, lo menos que necesitamos es encarecer la cultura, el Presidente echó la culpa de la votación en su contra a la lucha interna del PRI, pero él la inspiró al hacer de Doña Batracia su aliada. Y aquí también la regó, aliarse con semejante desprestigiado personaje fue una de la principales razones de su fracaso y de la escisión del PRI. No hay que llevarse con truhanes, repito. En fin, ya pasó todo esto y hablemos de otros errores histéricos.
LA CICLOPISTA CAPITALINA, a lo largo de los 30 kilómetros abiertos de norte a sur en la Ciudad de México, que dejó la cancelación de la obsoleta vía ferroviaria a Cuernavaca, fue uno de los mejores sueños ambientalistas del hoy llamado Señor de los Anillos, AMLO y sobre todo de su colaboradora Claudia Sheinbaum, que no hablaba de otra cosa, pero el error histérico de esta señora fue planear una cintita colorada de 1.70 m. de ancho, una miniciclopista para triciclos, una verdadera, de dimensiones para adultos, hubiera hecho las veces de novedosa y útil vía de transporte para miles de personas, desde trabajadores hasta amas de casa, que transitan sobre el poniente de la ciudad de norte a sur o viceversa y que por economía, por tiempo, por resistirse a contaminar más podrían hacer de la bici un buen y rápido transporte. Pero no hay tal, nadie ha visto jamás una bicicleta en los tramos de la ciclopista que ya hicieron y es que no cabría más de una.
Por el momento, la ciclopista es el deleite de las “marías” y su runfla de niños, propios o alquilados por la mafias que manejan a estas coloridas vendedoras de chicles y otras cositas más pesadas. En la calientita miniciclopista hacen picnic, pelan mandarinas o le buscan algún piojo a los chamacos, bajo la obligada indiferencia de los innumerables policías de crucero, dos casetas por cuadra, que se aburren por lo pronto como ostras mirando el trabajo automático de los semáforos.
OTRA QUE COMETIÓ UN ERROR HISTÉRICO esta semana tan especial fue la compañía aérea Air France que canceló tres vuelos París-Los Ángeles atendiendo un aviso histérico de “terrorismo” del presidente Bush. Al final, una vez cancelados sus vuelos con grandes y comprensibles quejas de los usuarios, Air France tuvo que declarar que sus investigaciones no habían tenido buen éxito y que los ciudadanos sospechosos cuyos nombres proporcionó el Gobierno gringo no eran ningunos criminales y que no encontró ningún indicio del tal terrorismo.
Errar es humano, pero qué tal si hacemos de 2004 un Feliz Año evitando errores inducidos por sospechosos intereses globales, (eximo a Claudia, que no es globalifílica, aunque quisiera saber ¿qué mosca le picó?) www.manu-dornbierer.com.mx