Llegó a mis manos y de a gratis, un ejemplar, para ser más exactos el ejemplar número 27 de la revista de literatura denominada: Estepa del Nazas editada por el Patronato del Teatro Isauro Martínez A.C., y para mi beneplácito, con un contenido a base de ensayos, cuentos, poemas, cantos, canciones populares rusas, señas y reseñas bibliográficas y con un tiraje de 1,000 ejemplares, al percatarme de ello me lamenté no haber contado con las 26 inmediatas anteriores.
Destaco que la mayoría de los colaboradores de ésta revista, estupenda por cierto en su presentación con letra destacada, son gente nacida en Torreón, uno que otro de Monterrey Nuevo León, Tapachula Chiapas y Gómez Palacio Durango.
Estepa del Nazas, nos debe de llenar de satisfacción por ser un esfuerzo de nuestra plaza para darle el muy merecido espacio a nuestros literatos con los que contamos en nuestra Comarca Lagunera, se dice fácil, no lo es. Me adhiero al pensamiento de Jaime Muñoz Vargas colaborador de Estepa del Nazas en el sentido de que se piensa que el escribir no es trabajar, lo que es un total y aberrante desacierto, con todo respeto pero el bien escribir y sobre todo el saber escribir bien, es todo un cuento que requiere preparación y vocación, y sobre todo amor por las letras y en ello se invierte tiempo y más tiempo que a la manera de capacitar a un profesionista para que pueda cobrar sus honorarios, por sus conocimientos, de igual manera, se deben de cubrir los honorarios de los escritores tasados por la aceptación que de ellos tengan los consumidores, sus lectores.
Estepa del Nazas debe seguir como su inspiradora mata resinosa de la familia de las cistácea, de 12 a 15 centímetros de altura, con ramas leñosas y erguidas, hojas aterciopeladas, elípticas agudas, de color verde oscuro por el haz y blanquecinas por el envés.
No es ni será en balde, pueda usted imaginarse un hijo, una hija, un nieto, un hermano, su esposo o esposa misma, que tuvieran la veta literaria y no contaran con espacio para su desahogo y beneplácito de quienes nos alimentamos con sus producciones. No solo de pan vive el hombre, sino también del cultivo de su intelecto y no digo más. Piense asertivamente y acertará.