IRAPUATO, GTO.- Jorge Mendiola "El Chivo", líder de la porra del Irapuato, dijo que "se hacen tontos", al referirse a la especulación que se hace en torno a la procedencia de los empistolados que tienen "tomado" el Estadio "Sergio León Chávez", "todos sabemos que es gente de (Carlos) Ahumada (presidente del Club León)".
"¡Freseros, échenle ganas!", es el acostumbrado grito de la porra "Los Hijos de la Mermelada", que ahora es un grupo de jóvenes, pero que hace siete años aún eran niños que a los 12 ó 13 años se juntaban para ver los partidos y tomar un poco de cerveza.
Uno de los líderes tiene 22 años. Es como "El Mosh", dicen unos. Pero todos lo conocen como "El Chivo". Se llama Jorge Mendiola.
Según él, como llegaron a un acuerdo con la directiva del Real Irapuato, por eso no quieren entregar las instalaciones.
Estaban a la espera de que las autoridades resolvieran el problema y desalojaran a los invasores, aunque adelantó: "Está nuestro orgullo por delante".
Cabellera larga, ojos verdes y aunque ya se rasuró, su rostro ampara el sobrenombre que lleva. Al menos ayer no utilizó la playera roja de la trinca, pero sí una playera con una gran estrella roja. Apenas llegó a las inmediaciones del estadio y de inmediato se acercaron sus "compas" y demás curiosos. Ahí, frente al monumento a Mozart.
Recién el miércoles, "El Chivo" y un grupo de aficionados forzaron una de las puertas de acceso al estadio. En el interior, los 22 hombres que tienen "tomado" el inmueble los enfrentaron con varillas.
"No fui yo -aclaró ‘El Chivo’-, fue la afición. Nos juntamos. Estábamos enfadados con los guaruras del señor Ahumada. Hubo un conato de bronca, nos quisieron aventar la puerta con varillas y nosotros amagamos con piedras. No pasó nada. Las autoridades dijeron que no hiciéramos broncas".
Aún así, se mantuvo en pie de lucha: "Sólo los vamos a invitar a salir. Vamos a ver qué decisión tomaron las autoridades y si no, convocamos a la gente y para adentro".
La denuncia: "Sabemos que tienen armas. Antier salieron los escoltas con armas debajo de sus sacos. Un integrante guardó un arma en la pantalonera. A nosotros nos enseñaron varillas y tubos para repeler la agresión".
La porra se organizó siete años atrás, cuando él comenzó a poner ritmo a la tribuna con un tambor. "Echábamos despapaye...
Se fue dando, nos encariñamos con el equipo y ahora somos parte fundamental de la tribuna de sol".
Aún recuerda cuando protestaron las medidas tomadas por el Grupo Pegaso, que decidió llevarse al equipo de la ciudad.
"Incluso fuimos a Veracruz para protestar. Todo mundo sabe lo que hicieron y no nos tomaron en cuenta".
Pero "El Chivo" tiene allegados con la porra Azul y Oro de los Pumas. Contactos con varios grupos de animación.
Y, fresero hasta las cachas, no deja de lamentar los malos manejos que impiden a la ciudad tener un equipo de Primera Nacional. "Es la misma tónica. Vienen grupos y el futbol está plagado de porquerías. Lo que queremos hacer es apoyar y estar aquí. Va a llegar el día que algo fuerte pase y van a tener que hacer algo nuestras autoridades de la FMF (Federación Mexicana de Futbol)".
Trabaja en un negocio de serigrafía y ya terminó la prepa.
Estudia la carrera de Ciencias de la Comunicación en el sistema abierto.
Después incurre al análisis. Es, quizá, el amor a la camiseta, "un equipo si quieres chafa y sin presupuesto, pero aquí nos tocó vivir y alguien tiene que hacer algo y hacerlo bien".
"El Chivo" tiene varias alternativas. Si el Real Irapuato asciende, pero es vendido, entonces sí. "Compramos un kilo de chorizo y lo ponemos en el asiento de los directivos. Que vean que la gente de Irapuato estamos inconformes. Es hora de que nos juntemos y hagamos valer nuestros derechos. Porque la gente paga sus 40 varillos para la entrada. Le quita leche y huevos a sus hijos y, la neta, no va que jueguen con el cariño de la afición".
Tampoco le extrañó que el miércoles, en León, anularan dos goles y no marcaran un penalty. "Todo mundo vio el penal, un gol que no era fuera de juego".
Mas "El Chivo" no se rinde. Respira el futbol a cada instante.
- ¿Y a qué te quieres dedicar? - Quiero ser actor de películas porno... No sé. No la hago. Si no, mejor adentrarse al futbol en Irapuato.
- ¿Como directivo? - Si eso implica ser rata, pues seré rata. Si llegara a ser así, me mancharía, pero también le daría a mi gente.