¡Felicidades...! Que Dios con su benevolencia aparte de darte la vida, te otorgue la dicha y la felicidad que tanto anhelas; refiriéndome en esta ocasión a las personas que celebran su onomástico, y a quienes les deseo lo mejor en su día.
¡Por favor lee esto...! Te hará llorar, te erizará la piel, te dejará frío, o simplemente te pondrá a la perspectiva de la vida. Te cuento lo siguiente: En una cena ofrecida para recaudar fondos de una escuela de niños, que tienen algún tipo de impedimento o problema de aprendizaje, el padre de uno de ellos ofreció un mensaje que ninguno de los asistentes olvidaría. Luego de exaltar a la escuela y a su dedicado personal, hizo una pregunta: Todo lo que hace Dios, lo hace a la perfección. Sin embargo, mi hijo Juanito no puede aprender de la misma manera que aprenden otros niños. No puede entender las cosas como otros niños. Entonces no entiendo ¿por qué la perfección de Dios no está reflejada en mi hijo? Los asistentes a esa cena quedaron paralizados ante esa pregunta. El padre continuó. Creo, -se contestó el mismo padre-, que cuando Dios trae a un hijo como Juanito al mundo, la oportunidad para llevar a cabo la perfección Divina se presenta por sí sola y viene en la forma en que la gente trate a ese niño, por lo que el padre comenzó a relatar lo siguiente: Algo que había sucedido cuando pasó con Juanito por un parque donde jugaban futbol unos chicos, y él le preguntó inocentemente a su padre, ¿crees que me dejarán jugar? El padre sabía que los chicos al ver a Juanito, no querrían integrarlo al juego; pero aún así, el padre con ese sentimiento de amor a su hijo, se acercó a uno de los chicos y le preguntó que si le podían permitir que su hijo jugara con ellos.
El chico miró a su alrededor para orientarse con sus compañeros de juego y no obtuvo respuesta. Entonces tomó el asunto en sus propias manos y dijo: “Estamos perdiendo cuatro goles a uno, claro que sí puede entrar a jugar, creo que con la ayuda de él podremos por lo menos empatar, o quizás hasta ganarles. Ya dentro del juego, Juanito en determinado momento tomó el balón en sus pies, y aunque había varios chicos en su camino, obviamente Juanito se sentía extasiado por tan sólo estar en el terreno de juego, saludando con una sonrisa de oreja a oreja a su padre quien le saludaba a su paso. Y así continuó el juego, Juanito por su parte a cada momento anotaba un gol.
Ahora estaban empatados, faltaba poco tiempo para que el juego terminara, Juanito estaba feliz. “Faltaba lo importante”. ¿Permitiría el que su equipo perdiera? Todos sabían que un gol sería la determinación para que uno de los equipos ganara, todo era posible. Juanito ni siquiera sabía cómo pegarle a la pelota en forma apropiada, mucho menos poder burlar a sus compañeros; sin embargo, cuando ésta cayó nuevamente ante sus pies, todos comenzaron a gritar incluyendo el público, que veía el juego: “Corre Juanito corre”, él con cierta torpeza se dirigió a la cancha y pegó a la pelota suavemente, pasando la misma por un lado del portero, que no pudo atrapar, terminado en ese momento el juego.
El partido había terminado cinco a cuatro a favor del equipo de Juanito. Nunca en su vida él habría podido correr como lo hizo ese día, él torpemente había corrido hacia la cancha con ojos desorbitados y confuso. Todos los chicos habían entendido el mensaje de los demás compañeros. Desde que Juanito sintió el deseo de querer jugar y compartir un poco de felicidad al lado de esos chicos.
Ese día Juanito fue vitoreado como el héroe. El padre con lágrimas en sus ojos, sólo dijo, “esos chicos ayudaron a colocar un poco de perfección Divina, en mi hijo”. Juanito, por su parte, no logró dormir en toda la noche de la emoción que aún sentía... “Como ves todos podemos hacer la diferencia”.
El Club de Leones de Torreón, Nous, A.C., durante los días 17, 18 y 19 trabajaron en el proyecto que denominaron “Primero la vista”, que consistió en hacer el examen de la vista, y la donación de lentes, en niños de cinco a doce años de edad. Dicho proyecto se realizó en el Banco de Lentes, que está ubicado en las instalaciones del DIF de bulevar Independencia número 2232 poniente, cuyo gerente del Banco de Lentes, es la doctora María Rosa del Valle de Guzmán.
Por otra parte, el Club de Leones de Torreón, Centro, A.C., del cual es presidente el C.L. Roberto Rangel Esquivel, tiene contemplado para el martes 25, a partir de las 21:00 horas, en sus instalaciones, el décimo tercer aniversario de su fundación, mismo que está haciendo correr las invitaciones a las autoridades leonísticas y civiles, así como a los Clubes hermanos de la región. Felicidades y enhorabuena compañeros Leones.
“Reflexión Leonística”: Ser bueno o ser malo es de pensarse dos veces. Ser bueno perdura en la mente de las personas, ser malo también. Así que piénsalo dos veces. “Nosotros servimos”.