Juan Herrera Becerra
Nos conocemos desde hace mucho. Nos vemos, como se dice, cada venida de obispo. Es un hombre muy inquieto. Lo es desde siempre. Nació en Saltillo, que nunca ha sido egoísta, y que nos ha mandado, en diferentes épocas, a varios de sus mejores hombres. El profesor Herrera Becerra es uno de ellos.
En la Atenas del Norte hizo sus estudios primarios y comenzó los comerciales que terminó aquí, en Torreón, en la Escuela Comercial Hidalgo que dirigió el profesor Teodoro Verástegui. Después ingresó a la Preparatoria Venustiano Carranza, de la que fue alumno fundador.
Queriendo ampliar sus estudios, al terminar los preparatorianos se fue a Norteamérica y en Boston, Mass., se aplicó a estudiar historia, literatura e inglés. Terminados éstos regresa a Torreón e ingresa al magisterio local, llevando, al mismo tiempo, la contabilidad de varios negocios de la localidad.
Inquieto como era y sigue siendo, es posible que la primera vez que tuve noticias de él fuera mediante algún artículo suyo publicado en este diario, mientras llegó el momento de coincidir físicamente acaso en la Cámara de Comercio, cuando fue presidente de ella don Eduardo J. Ruiz, quizás en otro sitio. Como dije: así es como cultivamos amistad, viéndonos y dejando de vernos por meses y años, que él aprovecha para hacer cosas o intervenir, de manera principal, en las de diferentes grupos.
Escribe, pues. Lo viene haciendo desde sus días de aprovechado estudiante, cuando dirigió “La voz del estudiante”, el periódico de su escuela, y ha colaborado en todos los periódicos locales, amén de en “Rumbos contables”, boletín de la Asociación de Contadores de La Laguna, en “El Puente”, revista del Centro Cultural Isauro Martínez, en la “Revista Revolución” y “EA”, deportes.
Con David Villarreal de la Fuente, Alejandro Bassol Haggar y Pablo López de la Rosa, fue “fundador” en 1948 de la Asociación de Contadores de La Laguna, A.C., que originó la fundación de la Confederación de Asociaciones de Contadores de la República Mexicana, A.C., en 1949, de la que Pablo fuera el primer presidente de la Asociación local y después de la Confederación.
En 1959, siendo Pro Secretario de la Asociación rindió informe sobre los estudios contables y fiscales al C.P. y Presidente de la Confederación Héctor Bravo Gaytán, quien vino desde San Luis Potosí a supervisar los adelantos académicos y sociales de las asociaciones del Norte de la República.
No obstante ser un incansable colaborador de la Asociación de Contadores cuando este grupo tanto trabajó para lograr su propio casino, que estuvo ubicado frente a la Plaza del Eco, y el tiempo que le sobraba lo dedicaba al desarrollo de su propio despacho, Juan Herrera Becerra aún lograba quién sabe cómo reservar algo de él a la investigación que le llevaría a la edición de varios libros, destacando uno de “Crónicas en torno a una institución contable y fiscal que originó una confederación nacional”, y otro, también de “Crónicas en torno a la Escuela Preparatoria Venustiano Carranza”, y una “Historia de la Propiedad Urbana de Torreón” los tres muy importantes y que se volverán de consulta para los temas que tratan, amén de otro de poesía dedicado a Francisca, su querida esposa.
Los dos primeros le permiten explayarse sobre los acontecimientos locales, nacionales e internacionales de aquellos años, lo que agrega interés a sus narraciones.
Su contribución inmanente al grupo de contadores, que sigue siendo el suyo, y el amor permanente a su escuela Venustiano Carranza, le traen directamente a ser uno de LOS NUESTROS.