TORREÓN, COAH.- Adrián Favela Ortiz, de quince años de edad, tiene tres meses visitando la Alameda Zaragoza para practicar su máxima pasión, el skateboard (deporte extremo sobre patineta). Su interés surgió hace cinco años, cuando vio por primera vez a los skateboards. Poco a poco ahorró el dinero hasta completar una patineta, a todos lados va con ella.
“No siempre ando en este lugar, somos callejeros, le damos a la patineta donde sea, a veces no hay lugar y nos vamos a las calles”. Pero no todo es tan agradable como pareciera, la sociedad tiene muy malas referencias de ellos.
“A veces las personas nos catalogan de vándalos, la gente nos mira como drogadictos y no somos así. Una vez me tocó el caso de andar con mi patineta en el cruce de las calles de Cuatro Caminos, entonces llegó un policía y me esculcó porque pensó que había robado, yo le pregunté el porqué de la revisión y no me contestó nada, creo que por el simple hecho de andar en la patineta, piensan que ando causando problemas pero no soy así, no sé por qué nos miran así, esto es un deporte extremo” exclamó.
Sobre las lesiones existentes en este arriesgado deporte “me han tocado los casos de amigos que se lastiman, se rompen los brazos y tobillos en plena calle, especialmente en las jardineras, los únicos que traen protección como cascos y rodilleras son los profesionales, pero aquí no hay, ellos están en Estados Unidos, los vemos por la televisión”.
Para concluir hizo una petición a los funcionarios del deporte municipal “Yo les pediría a las autoridades municipales que nos pusieran más rampas, porque hay muy pocas. Necesitamos más promoción para que la gente vea que esto es un deporte, y que no tiene nada de malo, es nuestra forma de expresarnos. Con los bikers no nos llevamos muy bien, algunos sí son amigos, pero son muy pocos”.
Costoso este deporte
Luis Roberto Castro Guevara de 16 años dice “yo tengo dos años ‘dándole’ a la patineta, de hecho va a haber una competencia aquí en la Alameda, pero todavía no sabemos nada, lo único de lo que tenemos conocimiento es de una exhibición en la que estamos involucrados nosotros los skates (patinetas) los bikers (bicicletas) y los rollers (patines), de hecho ya han venido del Departamento de Atención a la Juventud para invitarnos”.
Él mismo ha tenido algunos accidentes durante la práctica de este arriesgado deporte “Me he lastimado muchas veces los tobillos, he tenido ocho esguinces en el pie izquierdo y cuatro esguinces en el pie derecho, todos ellos de tercer grado, probablemente ya tenga rotos los ligamentos, a veces me duele y en otras ocasiones siento que se me separa la articulación”.
Acerca de los precios manejados en el mercado de los skaters “Una patineta tiene una duración de un mes o de un mes y medio, después uno como deportista extremo tiene que ir comprando más en las tiendas de skate, una patineta buena que esté bien armada sale como en $1,800.00, la tabla sola como en $500.00, la más barata en $350.00, lo que tiene más duración es la base (trokcs), la cual dura como medio año, y las cuatro llantas tienen un costo de $350.00”.
De la práctica de su deporte favorito señala “A veces andamos aquí, pero nos gusta andar más en la calle, bajando escaleras, un poco más extremo porque aquí en la Alameda es más de práctica, lo padre de este deporte es sentir la adrenalina, correr cierto riesgo, claro que esto resulta muy peligroso ya que las protecciones no nos ayudan mucho, aparte que es incómodo patinar con rodilleras por ejemplo”.
Además agrega “Nos hace falta más apoyo por parte de las empresas y del municipio, además también de la construcción de un skatepark (lugar destinado exclusivamente para la práctica de este deporte extremo) porque con las pocas cosas que tenemos, sí avanzamos, pero ya deberíamos de estar a un nivel intermedio”.
Necesaria la construcción de un skatepark
Juan José Martínez, hijo de familia de 17 años nos indica expresivamente “me he lastimado dos veces, una vez el pie y la otra vez la rodilla, de la última hace poco. Definitivamente necesitamos un espacio, un skatepark y así tener la libertad de poder realizar nuestras actividades. Además también de un botiquín médico o medicinas, ya que existen muchas lesiones”.
Señala la buena relación que lleva con los demás skaters “Existe el buen compañerismo en este deporte, casi no hay envidias, por ejemplo, si alguien está más bajo de nivel que uno, se le aconseja con trucos para que logre mejorar y avanzar. La exhibición va a estar muy bien porque se pueden hacer muchos más amigos. Yo estudio en las mañanas, por las tardes me la paso con la patineta, para un skate la calle es su vida”.
De la afición de este deporte extremo apuntó “Uno patina porque le gusta, no por ver a las demás personas que lo hacen, lo hacemos para sentir la adrenalina y porque está el sueño latente de convertirse en profesional de este deporte, ya que se cuentan con muchos patrocinios, los hemos visto en videos, nos gustan cómo patinan”.
De los problemas existentes en ese punto de reunión “Hay ocasiones que en la Alameda llegan las personas que juegan futbol o basquetbol y nos quitan, nos vamos todos los skaters a la calle, por eso nosotros necesitamos un espacio, a veces no hay oportunidad de patinar aquí”.
“Si tuviéramos ese lugar en algún punto de las unidades deportivas, en el que se tuvieran todos los elementos como rieles, escaleras, rampas con tumbos, botadores, arrancadores, tarimas, desniveles, un bowler (como una alberca vacía) no daríamos problemas a nadie”, concluyó el joven skater.