Asegura que en este país “no se respetan los Derechos Humanos”
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- “En México no se respetan los Derechos Humanos”, asegura el norteamericano Marvin Loyd Weaver, uno de los reos preliberados del Centro de Rehabilitación Social (Cereso) de esta ciudad, quien estuvo diez meses preso por haber participado en un accidente automovilístico.
Luego de la ceremonia de preliberación que otorga el Gobierno del Estado por las fechas navideñas a los internos que observaron buen comportamiento, realizada ayer y en la cual se beneficiaron 35 personas, Loyd Weaver fue entrevistado por El Siglo de Torreón y narró los hechos que lo llevaron a prisión, acto que consideró injusto a todas luces.
De 62 años de edad y maestro de inglés, el norteamericano dice tener más de 20 años en Torreón, donde se casó y procreó dos hijos pero luego se divorció.
En diciembre de 1999, cuenta, él manejaba su vehículo por una de las calles de la colonia Las Magdalenas, cuando se registró el impacto con otro automóvil conducido por una muchacha de 18 años que se encontraba estacionada y salió de pronto sin fijarse.
Marvin dice que se detuvo para ver en qué condiciones estaba la joven conductora, de la cual sólo recibió insultos. Era una muchachita de 18 años, muy delgadita, de unos 34 kilos, cuenta Marvin en su español no muy claro.
Las declaraciones de la jovencita se contradecían y además, destaca, no acudió con el médico ni luego del accidente ni dos días después, pero en fecha posterior los familiares dijeron que debido al impacto le había afectado el riñón y le cobraban al norteamericano más de 200 mil pesos.
A principios de 2000 Marvin fue encarcelado y permaneció casi dos meses en el área de indiciados del Cereso, donde las condiciones no pueden ser más antihigiénicas, dice, ya que viven hacinadas hasta 50 personas que utilizan el mismo baño y algunos no tienen forma de cubrirse del frío por las noches.
En marzo del mismo año (2000), Marvin salió libre bajo fianza, pero luego de 35 meses, en abril del presente, fue reaprehendido por el mismo delito, condenado a un año dos meses de prisión y ayer fue uno de los beneficiados con la preliberación.
Marvin se había quedado con sus dos hijos y al ser privado de su libertad los dejó a cargo de una vecina, pero su ex esposa los recogió y ahora se dedicará a rehacer su vida, poner una escuela de inglés en esta ciudad y volver a comenzar.
Un tanto triste y molesto, el norteamericano reitera que en México los derechos humanos no son respetados, pues hay personas que sin tener culpa están dentro de las prisiones, más por falta de dinero que por otras circunstancias.