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?LULA? DA SILVA?

Jesús Campos Villegas

Democracia: si hubiera un pueblo de Dioses, se gobernarían democráticamente.

Un Gobierno tan perfecto no conviene a los hombres.

Jean Jacques Rousseau

En los últimos meses uno de los personajes que ha merecido la atención mundial es el controvertido Presidente de Brasil Luis Ignacio ?Lula? da Silva, incluso en el reciente foro económico mundial en Davos llamó la consideración de los representantes de los Países integrantes del grupo de los siete (G7) en su participación no sólo por su personalidad sino por una propuesta diferente al referirse a la creación de un fondo internacional de combate a la pobreza y declarar con ello la guerra al hambre; éste fondo recibiría apoyo de inversiones internacionales lógicamente de los países más importantes por su economía y de entrada se percibe interesante pero hasta donde yo sé no se mencionó en qué condiciones se puede integrar dicho fondo y la manera de su distribución; sin embargo también argumentó aspectos muy ciertos y dignos de considerar como el hecho de que el Libre Comercio debe caracterizarse por una mayor reciprocidad sobre todo a los países emergentes pues a pesar de sus exportaciones es frecuente que se les apliquen medidas que los llevan a exiliarse ante tanta serie de obstáculos.

?Lula? da Silva fue uno de los tantos jóvenes de absoluta precaridad en su país, con una educación elemental que trabajó como vendedor callejero y con el tiempo ingresó al ramo de la industria como tornero iniciando su incorporación al movimiento sindical sin mayor trascendencia; en 1968 formó parte del Partido Comunista Brasileño y dentro del Sindicato Metalúrgico participó en movimientos políticos clandestinos que perseguía el régimen militar. En 1975 logró la Presidencia de su sindicato reeligiéndose en 1978 con el 98 por ciento de los votos con un perfil de total beligerancia como promotor de grandes manifestaciones y paros obreros en exigencias de libertades políticas contra el régimen militar que le reportó una gran popularidad en todo el país, tanto entre las clases trabajadoras como en los sectores sociales más golpeados por las crisis estando preso en varias ocasiones. Por sus actividades de confrontación Lula inicia a partir de 1982 un lento ascenso hacia el poder pero su estampa de izquierdista radical le impedía contar con el respaldo de otros partidos, sectores de la sociedad y de la misma clase política, se puso de manifiesto cuando perdió su candidatura presidencial en 1989, en 1994 y 1998 ya que se le acusaba de carecer de la preparación para manejar los complejos asuntos de Gobierno, carente de diplomacia e incluso por su antagonismo hacia los organismos internacionales por las demandas del FMI y su rechazo al capitalismo liberal, pero a pesar de todo en cada proceso electoral ascendió en el porcentaje de votos a su favor y fue de ésta manera como arribó a su cuarta contienda presidencial al 2002.

A medida que la campaña electoral ganaba fuerza y con ella crecía la posibilidad de que Lula triunfara, la economía brasileña entró en turbulencia además de los factores externos como la crisis de Argentina, la situación económica de Estados Unidos se especulaba sobre las acciones que emprendería Lula si llegaba a la Presidencia: expropiaciones, rompimiento con los organismos internacionales remarcado por un populismo de izquierda y en desacuerdo con la oposición desde la derecha hasta el centroizquierda. Sólo que la sorpresa para sus contrincantes políticos fue inesperada ya que hubo un cambio de imagen total que sin duda permitió pernear hacia otros sectores sociales excluidos de sus campañas anteriores y como remate presentó como compañero de su fórmula a un importante empresario José de Alencar para vicepresidente con una clara inclinación hacia el liberalismo social lo que generó mayor confianza y permitió un importante diálogo y entendimiento con diversos empresarios muy representativos de Brasil. El resultado fue que su elección como Presidente fue espectacular convocando de inmediato a empresarios, intelectuales y sindicalistas alineando en su gabinete a personas capaces y con experiencia incluyendo el Ministro de Hacienda que fue bien recibido en el exterior. El Brasil que recibe el flamante Presidente tiene una pesada deuda pública interna y privada que ya alcanza un 62 por ciento del PIB con una moneda débil y un pueblo con grandes desigualdades que esperan prontas soluciones de acuerdo a las promesas de campaña; Lula deberá calmar los mercados financieros, negociar con el FMI los vencimientos de la deuda y el apoyo correspondiente de ésta Institución y para ello ya desplegó una importante estrategia diplomática y negociadora incluyendo una entrevista en Diciembre con el Presidente Bush que aparentemente fue muy favorable así como la presencia del Ministro de Hacienda con el FMI, así también envió una señal muy clara a los inversores extranjeros al nombrar al frente del Banco Central a funcionarios identificados con el libre mercado.

A pesar del perfil ideológico del Presidente de Brasil no se trata de un Fidel Castro ó un Hugo Chávez, yo pienso que se trata de una persona identificada con sectores marginados del país pero que ya sabe que tiene la oportunidad de cumplir metas de justicia social si se aleja de acciones populistas y radicales como pasó en su tiempo con Felipe González en España y Francois Mitterrand en Francia; vamos a darle tiempo al tiempo.

E-mail: jesuscamposmx@yahoo.com

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