13 septiembre 2003
Londres, (EFE).- La misma Madonna que simula masturbarse en el escenario o besa en la boca a Britney Spears y Christina Aguilera hace todo lo posible porque su hija Lourdes, de siete años, no tenga el más mínimo contacto con el mundo del sexo.
"Le protejo del sexo, punto. Sí, hablamos a veces de dónde vienen los bebés, pero el sexo no es y no debe ser ahora parte de su repertorio", declara Madonna en una entrevista que publica hoy la revista de "The Sunday Times".
Lo que hacen, de momento, la popular artista y su marido, el director de cine Guy Ritchie, es prohibir a su hija Lourdes y a su hijo Rocco, de tres años, que vean los vídeos de su madre.
"Más adelante -dice ella- les explicaré que esa soy yo, pero que estoy en un escenario; que estoy interpretando un papel; que no soy realmente yo; que estoy actuando". Hoy por hoy, sus hijos, en casa, tienen prohibido ver la televisión y decir palabrotas.
Aunque la cantante admite que ya ha llovido mucho desde los tiempos en que jugaba con el sexo y el erotismo, lo cierto es que no se arrepiente de nada.
"No me disculpo de ninguna manera porque es lo que entonces tenía en la cabeza... Entonces me interesaba tocar todos los palillos; ser rebelde, gamberra, saltarme las normas".
Madonna está a punto de presentar el primero de sus cinco libros infantiles, que llevan el título genérico de "English Roses" (Las rosas inglesas) y que ha escrito motivada, fundamentalmente, por su hija.
La artista asegura que los personajes femeninos de sus libros tendrán vida; que serán muy diferentes a las chicas de los clásicos cuentos infantiles.
"Las mujeres en 'La Cenicienta' o 'La bella durmiente' no hacen nada, son pasivas. Están ahí, aparecen, son guapas, se las lleva el príncipe azul, y después vivieron felices y comieron perdices".
Madonna asegura en la entrevista que quería escribir "de niñas y para niñas; de celos, de envidia y de lo que significa querer siempre lo que tiene la otra".
Y confiesa, en fin, que ella misma se sintió siempre muy desplazada en el colegio: "No era popular, ni atractiva, ni especial en ningún sentido y me pasaba la vida buscando el cariño y la atención de los demás".