Agencias
MÉXICO, DF.- Quizá en el momento en que se encontraba más cerca de su idiolatrada Madonna, el fanático obsesionado Marcus Sessions, famoso por perseguir durante años a la diva estadounidense, fue detenido a unos pasos de alcanzarla por el equipo de seguridad de la artista.
Así lo anunció ayer el tabloide británico The Sun, quien explicó que Sessions adquirió en el mercado negro una entrada para una grabación de un programa televisivo de la BBC y al presentarse con la localidad falsa fue reconocido y expulsado por los guardaespaldas de la cantante y actriz de 44 años.
Anteriormente, en 1998, Sessions argumentó ser un mensajero de una florería y logró así entrar en la mansión de Madonna. Después consiguió empleo como vendedor de helados en un teatro donde se presentaría la cantante.
Luego de la actuación de Madonna en el popular programa inglés Top Of The Pops, el fanático corrió detrás del coche a la salida del estudio.
No hay que olvidar que la relación entre ídolo y admirador cambió drásticamente, luego de que el 8 de diciembre de 1980 el ex Beatle, John Lennon, fuera baleado y muerto en las afueras de su apartamento en el edificio Dakota de Nueva York por un fanático extremo, Mark David Chapman, quien escribió con sangre su nombre en la historia de la música.
Esta tragedia obligó a las estrellas de la música a redoblar su seguridad personal, al sentirse sumamente vulnerables ante las actitudes patológicas de sus “fieles” seguidores.