Luis Azpe Pico actualmente es docente de la escuela Carlos Pereyra
TORREÓN, COAH.- Como el “Profe Azpe”, así lo conocen y llaman de cariño cientos de laguneros, quienes en alguna ocasión tuvieron la dicha de ser sus discípulos en varias de las universidades e instituciones educativas en las que él ha prestado sus servicios.
Son 40 años al servicio de la educación, los que el maestro Luis Azpe Pico, originario de San Pedro de las Colonias, Coahuila ha brindado en conocimientos en la materia de español en distintas modalidades, a numerosos niños y jóvenes, quienes ahora de mayores, lo recuerdan con gran respeto.
Con motivo del día del maestro y para honrarlo en su aniversario magisterial, se le hizo una entrevista a este querido profesionista quien ha impartido clases en el Colegio Torreón, Escuela Comercial y Financiera, Universidades Autónoma del Noreste y Autónoma de la Laguna así como en la escuela Carlos Pereyra, esta última, en la que actualmente presta sus servicios desde hace 28 años.
¿Profesor que sentimiento le ata a sus alumnos?
-Espereme, se me hace un nudo en la garganta. A todos mis alumnos los he amado, un maestro que no quiera a sus discípulos, no tiene nada que hacer en un salón de clases. Sí, cualquier persona puede ofrecer clases, pero formar muchachos, compartir con ellos sus problemas, ayudarlos, guiarlos, ser su amigo; ahí es en donde esta la belleza de la docencia.
¿Cual ha sido su mayor satisfacción en todo este tiempo que se ha desempeñado como maestro?
-Mi mayor gusto es haber orientado y ayudado a muchos adolescentes en sus problemas, quienes debido a la etapa por la que pasan, a veces se sienten incomprendidos. Ésta es la mayor riqueza, es una satisfacción íntima que nunca trasciende, pero enriquece el espíritu.
¿Les ha seguido en todo este tiempo la huella a sus ex alumnos ?
Sí, algunos de ellos me buscan, me siento feliz al verlos realizados como profesionistas, médicos de prestigio, empresarios, concertistas, solo por mencionar algunas de sus carreras.
¿Podría mencionar el nombre de algunos de sus ex alumnos de la primera generación de la Pereyra –1962 y 63- y el recuerdo que tiene de ellos ?
Son muchos, pero se me viene a la mente, Rodrigo Marrero Narváez. Este jovencito tuvo leves dificultades familiares para entrar a estudiar música, me pidió que interviniera y hablara con sus padres para que le permitieran entrar al gremio musical del arte; finalmente se convirtió en director adjunto de la banda de música de los guardias presidenciales y también formó parte de un quinteto de cuerda de música selecta. O Fernando Abularage Ayup, con su pelo de cepillo, por cierto un sobresaliente jugador de básquetbol, ahora es empresario. De igual forma, Rodolfo Murra Giacoman fue mi alumno, a él nunca me lo pude imaginar de adulto porque siempre me inspiró mucha ternura por su carita de ángel; su hermano Javier es el que era tremendo muy platicador, inquieto y juguetón.
El que siempre se comportó muy serio y demasiado formal para su edad fue Héctor Sánchez Pepi, ahora es un prestigiado médico. Juan Manuel Ramírez Garza, el también al igual que Sánchez Pepi es serio, en la actualidad es un conocido empresario. Donaldo Ramos Clamont Torres era muy aplicado, yo siempre le augure un brillante futuro como profesionista.
¿Profesor, por favor nómbreme algunos de sus alumnos de otras generaciones ?
Recuerdo a Iván Salazar Galindo, ahora es maestro del ITESM -Campus Laguna-; Christian Guerrero Sepúlveda y Tere Zermeño González (q.e.p.d), los dos eran extraordinariamente investigadores, curiosos, se iban juntos al hospital general a ver las autopsias. Christian estudió medicina por lo cual ahora es un prestigiado medico; y el tremebundo de Guillermo Anaya Llamas, inquietísimo, muy simpático e inteligente.
Rogelio Saldaña Wolf, lo recuerdo como un excelente deportista. Alfredo Saénz González, muy pocas veces se reía y Armando Mercado, muchachito muy alegre, le decían el “Tacuni”, él estudio para abogado.
Todos eran muy buenos muchachos a esa edad no son malos, el mencionar a cada uno de ellos, me llevaría la edición completa, son miles a los que recuerdo con mucho cariño, estoy preñado de gratitud hacia Dios por haberme dado esta vocación, de ser un maestro.