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México, DF.- Una comisión de maestros disidentes, encabezada por Víctor Echeverría, Sergio Espinal y Alejandro Olea, fue recibida al mediodía de ayer en la residencia oficial de Los Pinos, veinte minutos después de su llegada a las inmediaciones de la Presidencia.
Minutos antes de entrar a la casa presidencial, los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) expresaron su disposición al diálogo y destacaron la actitud “paciÍica” que tomaron durante la gira del presidente Vicente Fox y Andrés Manuel López Obrador por el primer cuadro de la ciudad.
En la avenida Chivatito exigieron que se atienda la problemática educativa de los estados más pobres del país y que se supriman la que denominaron dictadura implantada en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Aseguraron que las acciones continuarán hasta que haya una respuesta concreta a su demanda y anunciaron que continuarán llegando de Michoacán, Guerrero y Oaxaca profesores para seguir fortaleciendo este movimiento.
Los maestros integrantes de la CNTE regresaron al Zócalo capitalino, luego de que la comisión que ingresó a la residencia oficial de Los Pinos fue traslada a un hotel del sur de la ciudad, para reinstalar la mesa de negociaciones.
En entrevista telefónica, Alejandro Leal, de la sección 22 de Oaxaca, uno de los integrantes de esta Comisión, dio a conocer que se instaló una mesa de negociaciones fuera de la residencia oficial y se encontraban con autoridades federales en un hotel del sur de la ciudad, sobre la avenida Tlalpan.
Mencionó que hasta el momento las negociaciones se encontraban tensas y señaló que en ellas participaban por parte de la autoridad federal Gonzalo Altamirano Dimas, jefe de la Unidad de Gobierno de la Secretaria de Gobernación; Armando Báez, coordinador de asesores de planeación de la SEP, y Pablo Casas, titular de la Dirección de Prestaciones del ISSSTE.
Comentó que más tarde, no precisó a que hora, habría conferencia de prensa para informar del resultado de estas negociaciones.
Las demandas son más recursos para abatir las carencias educativas en los estados más pobres del país, no a la privatización de la seguridad social, la democratización total del SNTE y castigo a Elba Esther Gordillo, por su presunta autoría intelectual del asesinato de más de cien maestros.