TORREÓN, COAH.- Víctima del engaño, la corrupción y la impunidad que prevalece en el sindicato magisterial y el Fovissste, la maestra Nora Irma Vanoye Gutiérrez y sus cuatro hijos, viven en una reducida vivienda del fraccionamiento Filadelfia en Gómez Palacio, sin energía eléctrica ni agua potable, para satisfacer sus necesidades fisiológicas recorren una cuadra hasta llegar con un vecino que les permite su sanitario.
“Me siento impotente porque no hay autoridad que haga valer mis derechos, durante cuatro años he pagado una casa que no he recibido, me traen con puras mentiras y mis dirigentes sindicales no me dan la cara”, reclama y se queja desde su vivienda que no ha sido terminada, pero que por necesidades extremas ya ocupa desde hace un mes.
La maestra Nora es parte de los más de 100 trabajadores de la educación que fueron engañados por dirigentes de la Sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), quienes promovieron hace cuatro años el fraccionamiento Filadelfia en la vecina ciudad.
Los profesores endosaron sus cheques recibidos del Fovissste por créditos habitacionales, a favor del SNTE, que a su vez los haría llegar a la empresa constructora “MADE S.A. de C.V.” y por los cuales durante cuatro años han estado soportando el descuento del 30 por ciento de sus salarios, sin embargo hasta el momento no han recibido sus casas.
La problemática exhibe tres niveles de engaño: profesores que recibieron una vivienda a medio construir, otros que sólo tienen el terreno donde se construiría su vivienda y otros que ni siquiera son propietarios del pedazo de tierra.
Luego de más de tres años de gestión legal y tranquila por parte de los afectados, un grupo de profesores se plantó en las puertas del sindicato del magisterio, acción iniciada el cuatro de junio del 2002 y que duró cuatro meses.
El dos de octubre del 2002, los manifestantes decidieron levantar el plantón, pues después de hablar con dirigentes nacionales del sindicato magisterial, autoridades del Fovissste y representantes en el Congreso de la Unión, finalmente llegaron a un arreglo.
A nivel local, Blas Maldonado Villarreal, secretario general de la sección 35 del SNTE, les aseguró que a la brevedad posible iniciaría la construcción de sus viviendas y la entrega de las mismas empezaría en noviembre del 2002.
Cansados del plantón efectuado en las puertas del sindicato magisterial y como muestra de confianza a su dirigente sindical, los inconformes levantaron el movimiento.
Parte del dinero para solventar los gastos de construcción de viviendas del fraccionamiento Filadelfia se obtendría de la siguiente forma, contemplada en el séptimo punto de un acuerdo entre autoridades del Fovissste y sindicato y que dice:
Las delegaciones estatales del ISSSTE en los Estados de Durango y Coahuila y las subdirecciones de Programas de Atención a Acreditados y Enlace Institucional y de Supervisión Foránea, darán seguimiento al programa de obra y a la aplicación de la cantidad de cuarenta mil pesos, que proporcionará la nueva constructora por cada vivienda a los interesados en el fraccionamiento Los Sauces, la cual será invertida en la obra del conjunto habitacional “Filadelfia” y que conforme al avance de obra que se tenga, se disponga de los recursos existentes por concepto de ministraciones pendientes de pagar, previa conformidad de los acreditados.
Éste y otros documentos relacionados con los acuerdos del Fovissste y el sindicato magisterial, se encuentran en poder de El Siglo de Torreón y son prueba del engaño del que han sido víctimas, cuando menos 70 trabajadores de la educación que no han recibido sus casas en el fraccionamiento Filadelfia.
A pesar de que en noviembre del 2002, iniciaría la entrega de las casas, hasta el 22 de marzo, sólo Nora vive ya en el fraccionamiento Filadelfia, pero con las carencias al principio citadas.
“Fue un acto voluntario”
El Siglo de Torreón se trasladó al fraccionamiento Filadelfia donde dialogó con la maestra de primaria en la escuela “Año de Juárez” de la colonia Los Álamos en la vecina Gómez Palacio.
“Siento tristeza cuando les hablo a mis alumnos de los Derechos Humanos y de la importancia de los valores éticos, pues me acuerdo del problema que padezco, en la casa donde tengo a mis hijos y las respuestas ‘huecas’, que me dan en el sindicato magisterial”, sostiene.
Nadie me trajo a la fuerza, fue un acto voluntario, pues yo pagaba 600 pesos de renta en la casa donde vivía en la colonia López Portillo de aquí de Gómez, pero los dueños me pidieron la vivienda y no tuve otra alternativa, aclara al momento que lamenta su situación. Pago 800 pesos quincenales por esta casita y he pagado por cuatro años, un crédito de 174 mil pesos y según esto, hoy ya debo mucho más, es injusto... quisiera que alguno de los dirigentes magisteriales estuviera en esta situación para que nos comprendie-ra.
Estas casas las solicitamos hace cuatro años, en octubre del 2002 me dijeron que la casa me la darían en noviembre y pensé que la navidad ya la pasaría en mi nueva vivienda, pero no, después me dijeron que en enero del 2003 y llegó la fecha y nada, pero tuve la necesidad de ocuparla aunque no tengo los servicios de agua potable, ni luz, mucho menos drenaje. Con vergüenza y todo, pero tenemos que pedir prestado el baño a los vecinos que viven a una cuadra.
“Hace poco pedí el apoyo de mi delegado sindical, pero no te hacen caso, te dicen que sí, pero no hacen nada porque no es su problema”.
Por eso, a veces a los profesores nos es muy difícil hablar de valores éticos, cuando en la agrupación que nos representa y a la que pertenecemos, estos valores sencillamente no existen, no se practican; somos 70 profesores que esperamos desde hace cuatro años una casa que ya estamos pagando, pero que no hemos recibido debido a la codicia de unos cuantos que se aprovechan de la corrupción existente en el sindicato magisterial y dependencias como el Fovissste.
Por su parte, Eva Carrillo, quien acompañaba a Nora en el interior de su vivienda, reconoció que otra vez fueron engañados por los representantes sindicales y autoridades del Fovissste, pues levantaron el plantón, precisamente confiados en que en noviembre recibirían la casa, pero no fue así. “Estamos indefensos”, lamentó.
Ya se ven cuarteaduras
Cabe destacar que durante la visita que hizo El Siglo de Torreón, al fraccionamiento Filadelfia, trabajadores en la construcción de las casas que conforman este módulo habitacional, informaron que algunas ya se empiezan a cuartear.
Añadieron que en menos de un año, empezarán a surgir problemas en estas casas, pues no están bien construidas, no están niveladas y no se están haciendo las cosas como deben ser, sostuvieron.
Ante esta problemática, la postura del secretario general de la sección 35 del Sindicato Magisterial es clara: “se está corrigiendo el problema, aunque de manera lenta”; sin embargo la respuesta del líder no impide que la maestra Nora y sus hijos sigan pidiendo prestado el baño de sus vecinos.
LOS ESTATUTOS DICEN...
Irónicamente en el primer punto en la Declaración de Principios del Sindicato Nacional de Trabajado-res de la Educación (SNTE), se asienta:
Primero.- Es la organización nacional de los trabajadores de la educación para la conquista y defensa de los derechos económicos, sociales, laborales y profesionales de sus agremiados.
Más adelante, en el capítulo dos: Fines y Programa de Acción del SNTE, señala:
VII Vigilar el respeto absoluto a los derechos de los trabajadores de la educación en términos de ley.
XXI Luchar porque todas las prestaciones que se apliquen a trabajadores del sindicato, se hagan extensivas a todos sus miembros.
XXIV Desarrollar programas de vivienda que permitan coadyuvar con la acción pública que se realiza para este fin, a través de la creación, administración y supervisión de asociaciones de vivienda de los trabajadores de la educación.
FUENTE: Estatutos del SNTE