QUITO, ECUADOR.- Los docentes ecuatorianos finalizaron ayer una huelga que iniciaron hace cuatro semanas tras llegar a un acuerdo con el gobierno del presidente Lucio Gutiérrez, que ahora enfrentará una radicalización del paro del sector petrolero estatal.
El presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE), Ernesto Castillo, señaló ayer a periodistas que el acuerdo al cual llegaron la víspera con el gobierno fue aprobado en las últimas horas por una asamblea de dirigentes provinciales que se realizó en Quito.
El texto del acuerdo, suscrito ayer por la tarde por los dirigentes magisteriales y el gobierno, se mantiene bajo reserva, aunque incluiría una aceptación de sus demandas de mejoras salariales y transferencia de mayores recursos a la educación.
La demanda inicial de los docentes consistía en la transferencia de 165 millones de dólares a educación, cifra que el propio Gutiérrez les ofreció al margen del presupuesto de este año para destinarlos a aumentos salariales, vivienda, infraestructura y capacitación.
Unos 112 mil docentes afiliados a la UNE paralizaron sus actividades desde el 14 de mayo pasado, mientras que 250 de ellos iniciaron el lunes de esta semana una huelga de hambre, medida que levantaron ayer tras conocer el acuerdo.
El consenso fue forjado en conversaciones que se iniciaron el pasado fin de semana entre el ministro de Gobierno, Mario Canessa, y dirigentes de los docentes en huelga, diálogo que se intensificó la víspera durante todo el día.
Los profesores ecuatorianos retornarán a las aulas el próximo lunes, con lo cual volverán a clases los 2.2 millones de escolares que asisten a planteles públicos.