Agencias
WASHINGTON, EU.- Las autoridades sanitarias de EU han determinado que el animal afectado por el mal de las “vacas locas” provino de Canadá, y que el caso ha provocado la pérdida de casi el 90 por ciento de las exportaciones cárnicas estadounidenses.
Ron DeHaven, veterinario jefe del Departamento de Agricultura, dijo ayer que la información provista por Canadá indica que el animal formó parte de un rebaño de 74 reses Holstein despachados desde Alberta a East Port, en Idaho, en el año 2001.
“Estos eran todos vacas lecheras y entraron a Estados Unidos hace unos dos o dos años y medio, de manera que la mayoría todavía vive”, agregó el funcionario.
El período de incubación de la enfermedad es de cuatro a cinco años. La presencia del mal es motivo de alarma porque el consumo de carne de animales afectados puede causar en los humanos el síndrome Creutzfeldt-Jakob, que puede ser fatal.
El viernes, el Departamento de Agricultura extendió a un segundo rebaño en el estado de Washington la cuarentena impuesta en un rancho desde que se detectó el primer caso en EU de Encefalopatía Bovina Espongiforme, popularmente conocido como mal de las “vacas locas”.
La noticia causó la veda, en más de una docena de países, de las ventas de carne de res estadounidense y una caída generalizada de los valores de las industrias relacionadas con los productos cárnicos, junto con una reticencia de los consumidores del país a consumir ese tipo carne.
Greg Doud, economista de la Asociación Nacional de Ganaderos de Carne, calculó que Estados Unidos perderá unos seis millones de dólares por la caída de las exportaciones.
“Hemos perdido aproximadamente el 90 por ciento de nuestro mercado exportador en apenas tres días”, dijo Doud. Estados Unidos exporta aproximadamente el diez por ciento de su producción de carne vacuna.
Por su parte, Chris Hurd, un economista agropecuario de la Universidad Purdue en Indiana, opinó que el mal de las “vacas locas” tendrá un impacto serio pero no devastador en la industria cárnica de Estados Unidos.
“Es seguro que caerán los precios del ganado y eso costará dinero a los ganaderos, pero las pérdidas se producen tras una temporada en la cual los precios del ganado alcanzaron niveles altos sin precedentes”, añadió.
El economista principal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, Keith Collins, opinó que los mercados probablemente no registrarán todo el impacto de este contagio hasta que el comercio retome su ritmo pasadas las fiestas de final de año.
Entre los compradores principales de carne estadounidense se cuentan Japón, Corea del Sur y México, países que esta semana prohibieron el ingreso de productos cárnicos desde EU.
Estados Unidos había hecho lo mismo cuando hubo brotes de este mal en los últimos años que devastaron a la industria bovina del Reino Unido y de otros países europeos.
Ayer viajó una delegación oficial de EU hacia Japón, país que adquiere casi un tercio de las exportaciones de carne vacuna estadounidense, para discutir medidas sanitarias con el Gobierno de Tokio y los de otros países asiáticos.
El economista Hurd dijo que al dejar los consumidores de comer carne, habrá una oferta más grande de lo común y, por lo tanto, los precios caerán del diez al 12 por ciento, lo que producirá pérdidas de unos dos mil millones de dólares para los ganaderos.