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Maltrato a mujeres | Prevalece la indefensión

Cristal Barrientos Torres

Escasa coordinación entre DIF y Procuraduría de Defensa de la Familia

Comarca Lagunera.- Si algún día Verónica decidiera escapar de su esposo no tendría adonde ir. Son ya diez años de apenas ver que desaparece un moretón de su cuerpo cuando ya hay uno más grande. Pero no hay nada que le duela más que los gritos y los insultos que a diario recibe.

En Coahuila la Ley lo contempla: es responsabilidad del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), promover la creación de espacios que sirvan de albergues temporales para las personas víctimas de la violencia intrafamiliar en situación de emergencia.

En Durango apenas fue presentada una iniciativa al respecto por organismos e instituciones en defensa del sexo femenino. No hay una Ley que obligue a las autoridades municipales y estatales a crear un refugio para las mujeres agredidas física y emocionalmente.

Y ante la falta de infraestructura para atender la violencia intrafamiliar ha sido necesario enviar a mujeres –incluso amenazadas de muerte- a otros estados del país. En la Comarca Lagunera de Durango y Coahuila no existe un lugar donde puedan permanecer mientras reciben la ayuda necesaria.

Por eso Verónica debe seguir soportando las humillaciones y golpes de su esposo. Sus hermanos viven en Ciudad Juárez y sus padres, dice, son pobres y difícilmente la podrían ayudar.

En el marco del Día Internacional de la No-Violencia Contra las Mujeres, organismos, instituciones y catedráticos, advierten sobre la importancia de que en ambas entidades se proporcione a las víctimas de violencia intrafamiliar un espacio para garantizar su integridad física.

Fuera de control

Rosario Varela Zúñiga, catedrática y socióloga de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila, afirma que la violencia contra la mujer se ha exacerbado en todo el mundo y Torreón no es la excepción.

La agresión lesiona a toda la sociedad porque detrás de una mujer golpeada hay un hogar deshecho y niños agresivos en potencia. La vulnerabilidad de la mujer la obliga a soportar golpes porque son dependientes económicamente y no hay leyes que las protejan, considera.

Desgraciadamente, indica, la violencia se castiga en función de las cicatrices que dejan los golpes. Y es que en la mayoría de las ocasiones el maltrato emocional es lo que más lastima al sexo femenino y no hay manera de demostrarlo.

Según Varela Zúñiga el trabajo de las autoridades ha sido deficiente. Instituciones como el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, la Procuraduría de la Defensa de la Familia, entre otras, tienen poca coordinación entre sí y carecen de presupuesto para echar a andar campañas de igualdad, señala la socióloga.

“Hay que afinar mucho los mecanismos de atención sobre todo en el aspecto jurídico”.

Violencia desde el noviazgo

Roberto López Franco, psicólogo y director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila, asegura que la mujer maltratada puede llegar a soportar relaciones patológicas y a creer que es la culpable de esas agresiones.

Desde la perspectiva psicológica, cuando una madre permite maltrato al interior de la familia se moldean ciertas conductas en los hijos, pues al vivir en hogares disfuncionales llegan a pensar que no son útiles, que no sirven para amar o estar con alguien.

“En consecuencia repiten el círculo vicioso”.

En opinión de López Franco la violencia en el noviazgo también es frecuente pero es un problema todavía más oculto. Y es que, según explica, la mujer está segura de que su pareja será el hombre con el que se casará algún día.

“Entonces cualquier acto de hostilidad generalmente suele ser oculto, lo maneja con mucha discreción, incluso lo justifica para no perder su amor”. En este tipo de situaciones los padres nunca se enteran.

“Y si se llegan a enterar la hija les puede echar mentiras de que fue golpeada de otra manera o que el golpe que trae obedeció a otro tipo de causas”.

Identificar a una mujer maltratada es fácil porque son retraídas y en otros casos suele entregarse con demasiada obsesión a su trabajo para huir de su situación. Se retraen de las relaciones interpersonales para evitar ser descubiertas.

“Llegan a tener estados depresivos muy severos”.

En cuanto a los programas de atención a las mujeres maltratadas considera que no tienen suficiente difusión. “Las instituciones tienen que elaborar campañas de persuasión mucho más amplias, constantes y duraderas”.

Sí hay apoyo: Alcalde

El alcalde Guillermo Anaya Llamas se defiende: asegura que el Ayuntamiento sí se ocupa de la violencia intrafamiliar y prueba de ello, dice, es la creación de la Coordinación de Participación y Atención a las Mujeres.

Reconoce que en Torreón no hay un albergue donde las mujeres se puedan refugiar.

Respecto a la mínima publicidad que se le da a los programas de atención a la mujer dice: “Sí, tal vez no tengan la suficiente difusión pero es un compromiso de la administración el poderle dar a la mujer mayores oportunidades y garantizar su integridad física”.

Sociedad en deterioro

Ante la falta de albergues, no sólo en Torreón sino en Coahuila, ha sido necesario enviar a mujeres víctimas de violencia intrafamiliar a otros estados del país para garantizar su integridad física.

Élida Bautista, titular de la Coordinación de Participación y Atención a las Mujeres, señala la necesidad de entender la violencia intrafamiliar como un problema de salud pública que deteriora la sociedad.

En promedio en la Coordinación se proporciona atención a 180 mujeres por semana. “Estamos trabajando en grupos porque es imposible atender a tal cantidad de gente de manera individual”.

Élida Bautista considera que no hay violencia pequeña porque quien la sufre puede llegar al suicidio o ser asesinada.

Con miedo a hablar

Xochiquetzal Rodríguez Castro, titular de la Procuraduría de la Defensa de la Familia, dice que existe mayor cultura de denuncia por parte de quienes son víctimas de violencia intrafamiliar.

De acuerdo a la Ley de Prevención, Asistencia y Atención de la Violencia Familiar debería existir cuando menos un albergue en la Comarca Lagunera para la protección de la mujer agredida. “Afortunadamente de alguna forma el Juzgado Familiar puede ordenar la separación del cónyuge que está ocasionando la violencia en el hogar”.

Todos los días, dice, llega una mujer maltratada a la Procuraduría. En algunas ocasiones están lesionadas y hay que brindarles atención médica y legal, en otros es suficiente una terapia de pareja para resolver el problema.

“Lo que buscamos es unir a la familia, no separarla, pero cuando vemos que eso es imposible tratamos de convencer a la mujer de que lo mejor es el divorcio”, dice.

El miedo a denunciar es una característica de la mujer maltratada, según indica Rodríguez Castro. “Me interesa decirle a todas las mujeres que no tengan temor, que existimos autoridades que podemos ayudarlas y que acudan a pedir apoyo cuando lo necesiten”.

La propuesta existe

En tan sólo un mes, la Procuraduría Municipal para la Atención y la Defensa de la Mujer en Gómez Palacio, atendió 110 casos nuevos de violencia intrafamiliar. Por eso hoy iniciará una campaña de concientización entre la sociedad.

Rosario Puente Ledesma, subdirectora de la Procuraduría Municipal para la Atención y la Defensa de la Mujer, indica que el año pasado se presentó una iniciativa donde se contempla la creación de albergues.

La falta de infraestructura para atender esta problemática, dice, es un problema reconocido y sentido por parte de las autoridades municipales y por eso se buscarán los medios necesarios para resolverlo cuanto antes.

Alcohol y droga en la agresión

Armando Castillo González, médico legista de la Subprocuraduría General de Justicia del Estado, proporciona algunas cifras: en lo que va del año se han atendido 733 casos de mujeres agredidas.

A decir del doctor todas las agresiones contra el sexo femenino ocurren en el domicilio conyugal y en la mayoría de las ocasiones el agresor se encuentra ebrio o drogado.

Las mujeres generalmente son víctimas los viernes, sábados y domingos, en horario de 20:00 a 24:00 horas y a partir de las 7:00 horas del día siguiente.

La cabeza, la cara, el tórax, los senos, brazos y piernas son los lugares donde se presenta la mayoría de las lesiones.

Son víctimas de las armas naturales del hombre: la mano, la pierna, la rodilla, las uñas y los dientes. El 33 por ciento de las mujeres agredidas presentan lesiones que no ponen en peligro la vida y tardan en sanar menos de 15 días.

En el 62 por ciento de las inspecciones médicas ordenadas por el Ministerio Público se observan lesiones que no ponen en peligro la vida pero tardan en sanar más de 15 días. El cinco por ciento estuvo a punto de morir y requirió hospitalización.

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