México, DF.- Figura central de la música romántica de la década de los años 80 del siglo XX, con temas como Mandy, Escribo las Canciones y No Puedo Sonreír sin Ti, entre otras, el cantautor Barry Manilow cumplirá hoy 57 años de edad.
El artista que enarbola la premisa de que es mucho mejor dar que recibir, Barry Alan Pincus (su verdadero nombre) nació en Brooklyn, Nueva York, en 1946, y para quienes lo conocen se trata de un compositor singular: todo su talento musical lo emplea en muchos casos por el amor al arte.
En varias oportunidades ha manifestado que para él no es el dinero lo más importante, sino la satisfacción de complacer al público o la ayuda que se puede brindar a los necesitados a través de conciertos o eventos.
Barry Manilow, cuyas presentaciones aún se llenan de gente que encuentra en el amor el sentido de la vida, es para muchos críticos uno de los más notables y pródigos compositores estadounidenses de los últimos tiempos.
Su primera actuación como solista la hizo el 4 de marzo de 1974 en el club Paul’s Mall de Boston, mientras que su single número uno fue “Mandy”.
Y aunque de su vida personal se conoce poco, se sabe que se casó con una novia de la infancia, Susan, con quien apenas duró un año, lo que le dejó heridas muy profundas. No ha vuelto a compartir su vida con otra mujer.
También se sabe que fue su padrastro quien lo inició en la música al hacer que se interesara por el jazz; que le gusta jugar al backgammon; le encantan los niños y entre sus compositores favoritos se encuentran Federico Chopin, Gino Vanelli y Billy Joel.
A lo largo de su trayectoria ha recibido innumerables premios y reconocimientos como cantante, compositor y por su contribuciones humanitarias. De los primeros, cuenta con un Emmy, un Grammy y un Tony, éste por su actuación en el Teatro Uris, en 1976.
Cada año destina una considerable suma de dinero a instituciones que investigan y tratan diversas enfermedades, como el SIDA, lesiones cerebrales y leucemia, así como a casas de educación especial, albergues para niños, derechos humanos y muchos otros.
Una anécdota que da cuenta de su fama es que entró en el libro Récords de Guinnes por la más rápida venta de los boletos to e p entrdey.
De su inspiración se cuentan más de 25 canciones que están o han estado en la lista de las 40 mejores en la historia de la música de Estados Unidos.
Mientras asistía al colegio y a la Academia de Música Juilliard en Nueva York, trabajaba medio tiempo en el departamento de correos de la Columbia Records. En 1967 dio sus primeros pasos como arreglista de los especiales del famoso productor estadounidense Ed Sullivan.
En 1972, mientras trabajaba como pianista en un bar de Nueva York, conoció a la actriz y cantante Bette Midler con quien inició una cercana amistirvió de plataforma para su fulgurante carrera musical.
Luego de coproducir y arreglar los dos primeros álbumes de Midler, ésta quedó tan contenta que lo contrató para su gira de 1973 en calidad de director musical y pianista, misma que sirvió para que Barry se diera a conocer.
En estas presentaciones, la gente comenzó a interesarse por aquel joven alto, delgado, con cara de estar siempre triste, pero con un extraordinario sentido del humor, gran corazón y excelentes temas.
Fue en Denver, Colorado, donde recibió su primera ovación luego de interpretar la pieza de su inspiración “Podría ser magia”, por lo que Bette Midler se convirtió en su mánager y le abrió muchas puertas, que su calidad artística y humana las ha mantenido abiertas.