Siguiendo el prólogo del libro que escribo sobre Jerez, Zacs.: Llegó a la Ciudad de México el Lic. de la Torre, se presentó al Virrey a quien mostró las órdenes que traía del rey y el objeto de su presencia en la Nueva España.
El Virrey prometió auxiliarlo cuando fuere necesario. El destino es curioso y hace jugarretas que a veces parecen inverosímiles y esto sucedió precisamente a este personaje que cuando se despedía del Virrey, llegaba casualmente de una gira don Nuño de Guzmán. Este encuentro nos lo relata Mota Padilla de la siguiente manera:
“...Y al despedirse entró don Nuño de Guzmán y estando en las políticas sobre quien habría de entrar o salir primero, dijo don Nuño: Paréceme quiero conocer tal rostro, y al mismo tiempo, Diego de la Torre replicó: Yo también (aunque más cierto) tengo el mismo conocimiento, y pues hallado el objeto que me trae de España, bueno será no perder tiempo”, y le intimo (con venia del Señor Virrey) se diese prisión, algo se turbó don Nuño para sustraerse, hubo de decirle a don Nuño fuese con el señor gobernador de la Galicia, que por último ambos eran caballeros y profesores de letras: luego mandó que su guardia los acompañase a disposición del nuevo gobernador, quien puso a don Nuño en las Ataranzas del Rey, y volvió a dar satisfacción al Virrey, y agradecerle su pronto auxilio, quien le aseveró que si más se tardara se le hubiera frustrado la diligencia, porque se decía tener NAO en el puerto para su transporte, con ánimo de pasarse a Génova, en cuya República se hallaba de Embajador su cuñado D. Juan Suárez de Figueroa...
Cédula Real del Rey Carlos V, al Lic. Diego Pérez de la Torre
En mi libro citado en el artículo anterior, se transcribe íntegro el texto de la Cédula Real, Pág.19, pero aquí solamente transcribiré unos párrafos. El texto original lo tomé de la obra de Fray Antonio Tello, Pág. 269... Don Carlos por la Divina Clemencia Emperador Semper Augusto, Rey de Alemania, doña Juana su madre, y el mismo don Carlos por la Gracia de Dios, Reyes de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Cecilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia de Jaen, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de Las Islas Canarias, de las Indias, Islas y tierra firme del Mar Océano, Condes de Barcelona, Señores de Vizcaya y de Molina, Duques de Borgoña y de Bravante, Condes de Flandes y de Tirol, etc.
“A vos, el Lic. Diego de la Torre, salud y gracias. Sepades que por algunas hablas cumplideras a nuestro servicio y bien público y administración de nuestra justicia, es nuestra merced y voluntad de mandar tomar residencia a Nuño de Guzmán, nuestro gobernador de la Provincia de Galicia de la Nueva España y el alguacil mayor de ella, y dis Lugares Tenientes y oficiales, del tiempo que han tenido los dichos oficios y usado y ejercido la nuestra justicia de la dicha Provincia que hagan ante vos la residencia que la ley fecha en las Cortes de Toledo cita y manda, y confiado de vos, que sois tal persona que entenderéis en ello y en todo lo que vos fuéredes mandado, con aquella diligencia, cuidado y felicidad que a nuestro servicio y bien común de la dicha Provincia cumplen, es nuestra merced de vos encomendar y cometer lo susodicho como por la presente vos lo encomendamos y cometemos, porque vos mandamos que luego que esta veáis, y vayáis a la dicha Provincia de Galicia de la Nueva España, y toméis en vos las varas de nuestra justicia de ella, y así tomadas, recibido del dicho Nuño de Guzmán y de dicho Alguacil Mayor, de sus lugares-tenientes que han sido y fueron de la dicha provincia y de los alguaciles ordinarios...”.