Monedas antiguas
Siguiendo las notas de mi libro Monedas Mexicanas citado en el artículo anterior, podemos leer lo que sigue: “Y a propósito de coleccionistas en mi reciente viaje a Los Ángeles, Cal., (1968), adquirió para agregar a mi colección: cinco denarios, uno de los cuales ostenta en sus datos que corresponde al año 106 A. C.; tres antoninianos de diversas fechas después de Cristo y un “folis”, así como el interesantísimo libro: “Román Imperial Coins” de Zander H. Klawans y en su prólogo encontré un párrafo que no resisto el deseo de reproducir, aunque sea parcialmente, y es: “I have always that I would be mistake to collect ancient coins on the basis of value alone...”.
Que traducido dice: “Siempre he sentido que sería un error coleccionar monedas antiguas con base únicamente en su valor...”, lo que puede extenderse a las monedas modernas de cualquier parte del mundo; sigue diciendo el resto del párrafo de referencia. Que resulta mucho más interesante tener conocimiento de las gentes que vivieron cuando esas monedas estuvieron en circulación... “Así nos habla de las maravillas que revelan los hombres de aquella época, como: Tácito, Horacio, Séneca, Marcial, ambos Plinios y tantos otros que nos acercan al conocimiento de las costumbres y modo de vida que tenían los romanos de aquella época...”.
El denario se suponía que circulaba desde 187 años A. C., pero recientes excavaciones (segundo tercio del Siglo XX) han demostrado su existencia desde la segunda guerra Púnica en 211 a 217 A. C. y circuló hasta 296 años D. C. Significaba diez de la palabra latina deni, o sea diez ases. También equivalía a dos quinarios o cuatro sestercios, ocho dupondios, o 64 quadrans.
Otras muchas denominaciones se usaban en las monedas en la época de Cristo y posterior, tales como antoninianos, folis, etcétera, y varias con los nombres de los emperadores o emperatrices, entre las monedas de oro más conocidas se encontraban los “aureos”, que equivalían a 20 denarios de plata y su circulación más importante fue en la época de Julio César 45-44 años A. C.; su peso y valor fue disminuyendo gradualmente (antecesora de nuestra devaluaciones) hasta la época de Constantino El Grande 308-337 D. C., fecha en que circulaba la moneda de plata “siliqua”, que equivalía a una veinticuatroava parte, 1/24 de un “solidus”, moneda de oro implantada por Constantino El Grande.
La moneda que presento en este artículo dice: IMP. Imperator, Emperador; T. Titus, Tito Emperador; CAES, César; VESP. Vespucio; AUG, Augusto; PM, Máximo Emperador; TRP, Tribunicia Potestad; PP, Pater Patria: Padre de la Patria; COSVIII, Octavo Consultor.
Lo anterior ocurrió en el año 80 D. C., y en esas fechas se troqueló le efigie en la moneda. Así es como se conoce la época más cercana de la acuñación, ya que en esa época no se ponía la fecha en las monedas.