Dentro de la numismática, los coleccionistas se encuentran con mondas “raras o escasas” que alcanzan precios elevadísimos, a diferencia de otras de iguales denominaciones, pero diferentes fechas, cuyo valor comercial estimativo para los coleccionistas, resulta muchísimas veces más reducido.
La pieza de ocho reales (columnaria) que aparece en la fotografía es de esas piezas “caras”. El Dr. Alberto Francisco Pradeau, ya citado en esta serie de artículos, en su obra “Historia Numismática de México”, edición original en inglés en Los Ángeles, California, fue en 1936, y reeditada en México por el Banco de México, en 1950, en la página 110 dice: “Desde 1732 el diseño de las monedas de pequeñas denominaciones continúa siendo el mismo de las piezas de ocho reales. Las monedas de dos mundos o ‘columnarias’, tienen en el canto una especie de guirnalda muy bien elaborada y fuertemente impresa. Aunque la muerte de Felipe V ocurrió el nueve de julio de 1746, los troqueles para el nuevo monarca no llegaron a Nueva España hasta 1747. A la sazón, ya la Casa de Moneda de México había troquelado una cantidad de monedas de todas denominaciones, con la fecha de 1747 y el nombre de Felipe V”.
Refiriéndose a las monedas de plata acuñadas desde el año de 1700, hasta el de 1749, Campos dice a este respecto lo siguiente: “En Indias se ha labrado de esta moneda desde el año de 1730 hasta el presente, pero no toda, porque hasta mediados del año de 1734, parte de ella se labró, ni bien tan informe como las antiguas, ni tan perfectas como las modernas, por razón de que hasta dicho tiempo no se pudo completar los muchos instrumentos que se necesitaron para dar avío a tanto como ocurre a labrar en dicha Casa de Moneda de México; pero de dicho año en adelante toda se ha labrado en la forma que se enseñará.
Respecto de que en la América no ha tenido curso la moneda provincial y de que el real de a ocho se ha quedado sin variación con el mismo repartimiento y valor pues ocho de plata han valido y valen el peso grueso, se mandó con las ordenanzas de ocho de julio que se labrase proporcionalmente reales de a dos sencillos y medios reales de la misma ley que los reales de a ocho y medios; de forma de que cuatro pesetas valiesen el real de a ocho, dos reales de plata la peseta, y dos medios el real de plata 20, y el medio real diez, cuyo valor tienen o han tenido dichas monedas desde el año de 1728 hasta el de 1737.
Las monedas columnarias se les llamó también de mundos y mares.
Dentro de las acuñaciones de 1701 a 1747 de Felipe V, sólo dos años 1724 y 1725, correspondieron a su hijo Luis I, porque falleció el 31 de agosto del mismo año”.