Notimex
MÉXICO, DF.- La actriz Marga López dijo que de la muerte prefiere no hablar, que le atemoriza y que la respeta profundamente.
Da una fumada al cigarrillo, uno de los cinco diarios, uno de los que durante 50 años fueron 40 cada 24 horas y que se redujeron debido a la neumonía que padeció hace cuatro años.
“Sí, no me he quitado el gusto, lo que me quité fue el vicio, porque la adicción ya no la tengo. Era eso o morirme. Y aquí estoy, aquí sigo; eso sí, cuidándome mucho. Ya sé que un día tendré que irme, pero no por causa de los pulmones”, comenta y una sonrisa amplia, directa, le enmarca el brillo de la mirada.
No quiere hablar de ella, pero, sin embargo, el tema sigue presente en los pensamientos de la primera actriz Marga López.
“Yo quiero morirme como “La Doña” (María Félix), así, dormida, sin que ninguna enfermedad grave me aqueje. Simplemente cerrar los ojos una noche y ya no despertar a la mañana siguiente”, señaló.
Se acomoda en uno de los acogedores sillones de su casa, ubicada en una zona residencial en el sur de la ciudad, la misma que compartió durante nueve años con el actor que, asegura, fue “el gran amor de su vida”: Arturo de Córdova, fallecido en noviembre de 1973.
“Los primeros tres años fueron maravillosos, no hay otra palabra para describirlos; los seis restantes fueron de enfermedad, de la enfermedad que me lo arrebató”, recuerda, mientras la luz de los grandes ventanales que se erigen como muros transparentes, le ilumina el rostro.
La casa huele a vida, a elegancia, a recuerdos presentes, a perfección. El ambiente en ella es cálido; ahí están los retratos que diversos artistas plásticos crearon en su honor, con su imagen.
Ahí también están los cuatro Arieles que ganó por sus actuaciones cinematográficas en México, y, casi tímida, la pequeña bandera de seda que mantiene vivo el recuerdo de su natal Argentina. Desde hace varios años se naturalizó mexicana.
Está de acuerdo con la eutanasia, afirma que siempre es mejor “morir que mantener un sufrimiento para el que ya no existe remedio”, y revela que, si fuera su caso, apelaría por que se la aplicaran y que es injusto que en México sea un delito.
No importa el orden de los temas, Marga, la de “Nazarín”, la de Un Rincón Cerca del Cielo, de La Tercera Palabra, La Entrega y Ahora Soy Rico; la que nunca trabajó en la pantalla grande con Jorge Negrete ni Pedro Armendáriz, la que tuvo a sus pies a la mayoría de los grandes actores de la Época de Oro del cine mexicano, está de buen humor.
Quizá se trata del gusto por los 130 capítulos en los que participará en la nueva telenovela del productor Carlos Moreno, Bajo la Misma Piel.
Tal vez sea por sus 71 años de trayectoria artística, podría ser por el monólogo autobiográfico Al Final del Camino, con el que festejará estas siete décadas, narrando al público pasajes íntimos de su propia vida.
Marga López no necesita grandes motivos para ser feliz. “Amo la vida profundamente. Lo más importante para mí es la familia, siempre en primer lugar; en segundo, está mi carrera, el cine, el teatro, la televisión, y agradezco infinitamente a Dios la posibilidad que me da de seguir disfrutando el mundo y el aplauso de mi público”, aseveró.
La memoria juega a dar saltos en el tiempo y entrelaza en su mente los momentos más significativos de su vida privada y profesional. Aparece entonces una de las premisas de su vida. “El teatro es la escuela del actor, pero la televisión es la ventana para ser conocido por públicos masivos. Uno siempre necesita de ambos”, puntualizó.
De sus películas, las que revive con mayor cariño son las 13 que filmó al lado de Arturo de Córdova. “Siempre, desde que lo conocí, lo amé profundamente. Compartimos la casa, los foros, el amor”, recordó.
Y añade: “Es cierto, nunca me casé con él, porque su esposa tampoco nunca le dio el divorcio, aunque ya estaban separados desde hacía mucho tiempo atrás, pero antes de que viviéramos juntos, yo le pedí permiso a mis hijos y a mi madre para hacerlo, y me lo dieron. El público también me lo dio, su amor y su aplauso me los demostraron”.
Habla de “Arturo, mi gran amor”, y cada uno de sus sentidos emana una felicidad que provoca envidia melancólica en quien la escucha, que eriza la piel e invita a la inevitable sonrisa, al festejo del amor, de ese que arrebata los límites de la piel, que nunca muere.
“Cuando Arturo estaba ya enfermo, Carmen Montejo (actriz) vino a la casa y me propuso que él actuara en el papel estelar de la obra teatral Los Zorros, en 1968. Le pregunté al médico si esto era conveniente y me respondió que sería una gran terapia para su recuperación”, narra.
La noche del estreno de Los Zorros es uno de los momentos más conmovedores que ambos actores tuvieron en su vida.
Había una enorme expectación en el teatro; el público abarrotó el lugar. Todos se preguntaban cómo saldría Arturo, pensaban que quizá en silla de ruedas:
“El telón se corrió. La escenografía era la sala de una casa, cuya pared principal estaba cubierta de cuadros. Entonces apareció Arturo, caminando por su propio pie. La ovación fue tan grande que por un momento creí que nunca terminaría”.
“El teatro se cayó en aplausos y a mí se me llenaron los ojos de lágrimas y el corazón de preocupación. Pensé: Dios mío, ¿podrá Arturo continuar después de esta ovación? ¿Podrá pronunciar alguna palabra de sus parlamentos? Y mientras, él, como los grandes, no se volvió de frente al público para recibir el aplauso y siguió inmerso en su papel, mirando los cuadros”.
Cuando la ovación culminó y el público volvió a tomar asiento, Arturo de Córdova inició su parlamento, el mismo que repitió durante 200 representaciones, como si ésta no hubiera ocurrido y dio, según su amada Marga, “la actuación más grande de su vida”.
Emocionada con su nueva telenovela
La actriz comenzará a grabar parte de los 180 capítulos para la telenovela Bajo la Misma Piel, donde tendrá un personaje de fuerte carga emocional, al caracterizar: una mujer con un cáncer terminal. Esto es lo que piensa de algunos aspectos de su vida:
-Arturo de Córdova: “Mi gran amor con quien nunca me casé porque no le dieron el divorcio”.
-Co actuaciones: Sara García, Prudencia Griffel, “con ambas actué en La Tercera Palabra, y de galanes sólo me faltó trabajar con Jorge Negrete y Pedro Armendáriz”.
-El cine mexicano de hoy: “Es extraño, raro, pero siempre adoraré el cine, aunque hacerlo es muy costoso” (su última aparición fue en Reclusorio, de Ismael Rodríguez.
-Su papel en Bajo la Misma Piel: “Es un personaje que cualquier actriz de mi edad quisiera hacer. Será una telenovela con problemas reales y cotidianos que enfrenta cualquier persona”.
-Hollywood: “Nunca lo busqué ni tampoco me llamaron. Llegué a filmar cinco películas en España, en Cuba y Puerto Rico. Por eso cuando veamos una chica luchadora como Salma Hayek, debemos sentirnos orgullosos de que sea una triunfadora en el extranjero”.
-Las telenovelas: “Son el mejor medio para que millones de personas te vean y se den cuenta de que sigues en activo”.
Premiadas por los periodistas
La Agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro (ACPT) instituirá tres preseas en honor de las actrices mexicanas Marga López, Silvia Pinal y Carmen Salinas, quienes las recibirán el próximo 18 de marzo en el Teatro Diego Rivera de esta capital.
En declaraciones, el presidente de la ACPT, Gustavo Suárez Ojeda, informó que los trofeos fueron creados por el escultor mexicano Juan Ordaz, los cuales se entregarán a Marga López por sus 70 años de trayectoria, a Silvia Pinal por ser la “Reina de la comedia musical”, y a Carmen Salinas como la mejor comediante femenina de los últimos tiempos.
Suárez anunció también que en dicha ceremonia se entregarán seis premios especiales, y el primero de ellos será para el director Roberto D’Ancio por el montaje teatral La Suerte de la Consorte, así como para las siete actrices que han participado en él.
Dichas artistas son Jacqueline Andere, Ana Bertha Espín, Macaria, Blanca Sánchez, Rosa María Bianchi, María Sorté y Sylvia Pasquel.
El premio a la trayectoria será entregado a la actriz María Rojo, por sus 50 años en el ambiente artístico, así como a sus colegas Raymundo Capetillo, Antonio de Hud y Martha Elena Cervantes.
Los primeros actores Ignacio López Tarso y Carmen Montejo recibirán también un premio especial por la puesta escénica Cartas de Amor, así como los periodistas mexicanos Rosa María Colín y Armando “Güero” Guerrero, por una vida entregada a la difusión del arte dramático nacional.
El galardón especial al mejor productor del año será para Rubén Lara, por sus obras La Casa de Bernarda Alba, Lecciones para Casadas, La Suerte de la Consorte, Defensa de Dama, Mi Mujer se Llama Mauricio, Un Espíritu Travieso y 23 Centímetros.