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PUEBLA, PUE.- Destacados miembros del mundo del espectáculo, como el actor y comediante Mario Bezares, fueron galardonados ayer con el trofeo Quetzal, como un reconocimiento a su trayectoria artística.
A Bezares también se le reconoció el éxito que ha tenido en la obra teatral que dirige, La Monja y la Golfa, que monta en Monterrey, y en la que participa su esposa Brenda Jiménez.
Bezares agradeció tal distinción y reveló que muy pronto regresará a la pantalla chica.
El Comité de la Asociación Quetzal está integrada por Ana Luisa Pelufo, Alejandro Tomassi; el periodista Gustavo Suárez; el empresario restaurantero Juan Pascual; Yolanda Garza y José Iván, presidente fundador.
Otros galardonados con el Quetzal fueron la joven actriz Geraldine Bazán, por sus doce años en el medio; Luis Felipe Tovar, por su trayectoria artística y Francisco de la O, por su éxito como compositor.
El "Quetzal" asimismo lo recibió Martha Rodríguez, por su trabajo en el programa matutino Con sello de Mujer, Maribel Guardia y el legendario productor de televisión, Mario de la Piedra.
Los grandes ausentes de este premio que se instituyó en 1990 para galardonar a lo mejor de las artes y el espectáculo y la participacion de asociaciones civiles, fueron Marga López, Xavier López Chabelo, el periodista Armando Guzmán, corresponsal de TV Azteca en Washington, y el matrimonio compuesto por Itatí Cantoral y Eduardo Santamarina.
También recibieron ese premio la periodista del programa televisivo Ventaneando, Laura Suárez; el columnista Bob Logar, el productor de la puesta en escena La Monja y la Golfa, Raúl Rodríguez Martínez, y el reportero Gustavo Suárez Ojeda, por 50 años de trayectoria.
La entrega de los premios Quetzal tuvo lugar en la Antigua Fonda de Santa Clara, que se localiza en el centro de Puebla.
A cuatro años del asesinato del animador de televisión Francisco "Paco" Stanley Alvaitero, Mario Bezares aseguró que aún persisten las secuelas traumáticas de la muerte de su amigo y de la cárcel, de donde salió exonerado de haber participado en ese crimen, luego de haber permanecido varios meses tras las rejas.
"Aún pasado el tiempo sigo tomando terapia sicológica, junto con mi esposa parar tratar de asimilar la realidad, porque aún me pesa lo sucedido, no obstante que decidí vivir en Monterrey, las imágenes del artero asesinato aún siguen", explicó.
Consideró que su imagen no se vio muy afectada por los hechos, ya que Monterrey lo recibió con los brazos abiertos y prueba de ello fue la gran aceptación que el público local le ha dado a la obra teatral donde participa, llenos totales durante casi un año.