México, DF.- Dispuesta a triunfar y con muchas ilusiones en la cabeza, Marlene Favela salió de su pequeño Santiago Papasquiaro, en el estado de Durango, sin imaginar todo lo que tendría que luchar antes de darse a conocer en el medio del espectáculo.
Llegó a la ciudad de México, en donde pasó hambres y estuvo algún tiempo muy deprimida por vivir sola, “pero debía luchar por lo que quería. El mundo está lleno de oportunidades y hay que aprovecharlas sin temor, cuando se presentan. Aprendí a manejar las responsabilidades de estar alejada de la familia y de respetarme”.
Para esto se tuvo que preparar y estudiar mucho, porque sabía que con el físico no se puede lograr todo. “Es satisfactorio saberse bonita y que la gente te voltee a ver, pero esto mismo te trae muchos peligros, que se deben ir sorteando día a día.
“Por supuesto que la belleza sí abre puertas, pero lo que hace que se mantengan abiertas y no se cierren es el talento y la disciplina”, afirma Marlene, quien recientemente acaba de terminar su participación en Velo de Novia. Ahora está próxima a viajar a Perú para trabajar en una telenovela.
“Es una producción de Iguana Records, en Televisa me dieron permiso da hacer este trabajo en el que llevaré como pareja a René Strickler o a Mario Cimarro”. La belleza de Marlene hace que la gente en la calle la voltee a ver, además de que ya es conocida por sus diferentes trabajos, como Entre el Amor y el Odio y Gata Salvaje.
“La vida cambia con la popularidad, pero trato de ser la misma. Posiblemente gano un poco más de dinero, pero lo importante es que estoy haciendo lo que me gusta, que es actuar. Con lo que gano ayudo a mi familia, que está en mi pueblo.
Tengo tres hermanas. La mayor tiene una estética, la segunda es doctora y la más pequeña todavía está en primaria. Tanto ellas como mis papás, tenían miedo de que saliera de mi casa para irme a modelar. Ahora me apoyan y están felices de lo que he ido logrando poco a poco”, finalizó.