Agencias
MÉXICO, DF.- A 160 años de la representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa, más de un millón de personas se dieron cita en el cerro de la Estrella, visitaron los ocho barrios, vieron el juicio, el Vía Crucis y la crucifixión. Tres mil actores dieron continuidad a esta tradición considerada el teatro más grande del país seguidos por los feligreses católicos que soportaron la celebración con ampollas en los pies, derramando lágrimas y haciendo promesas.
La Secretaría de Seguridad Pública capitalina desplegó un operativo en diversas delegaciones en las que se llevaron a cabo representaciones de la Semana Mayor, además se estableció un cuadrante para el cierre de calles que delimitan la zona.
Con la muerte de Jesús de Nazareth en el Gólgota, alrededor de las 16:11 horas terminó la 160 representación de la pasión del Hijo de Dios. Antes, en los palacios de Pilatos y Herodes montados en escenografía en el Jardín Cuitláhuac, se desarrolló, el proceso mediante el cual el Jesús de Iztapalapa fue sentenciado a muerte por el delito de sedición. Así, Jesús, con una corona de espinas y con la túnica desgarrada, su espalda sangrando por los azotes recibidos, debió soportar la cruz de más de 90 kilos de peso e inició la procesión hasta el Gólgota, es decir el Cerro de la Estrella.
En medio de una multitud que se arremolinó a lo largo de casi cuatro kilómetros de distancia entre en el Jardín Cuitláhuac y el Cerro de la Estrella, Jesús cargó la pesada cruz mientras soldados romanos le azotaban; la primera caída ocurrió a las 14:50, la segunda a las 15:05 y la tercera a las 15:20. Al fin llegó a la punta del Cerro a las 15:50 horas, donde su madre María, en medio de llanto y acompañada por Magdalena, cuestionaba los motivos por los cuales su hijo había sido condenado a tal suplicio.
Jesús fue “clavado” en la cruz a partir de las 15:55 horas y cinco minutos después ésta fue elevada a través de cuerdas jaladas por fariseos, al tiempo que soldados romanos al pie de la misma se mofaban de él y comenzaron a rifarse su túnica. Jesús entró en agonía y a las 16:11 horas dejó caer su cabeza sobre el hombro derecho.
En esta ocasión el papel de Jesús de Nazareth fue interpretado por Javier Romero Pérez, de 28 años de edad, y el de María por Griselda Guillén Flores, de 24.
Durante el recorrido, los vecinos de la demarcación salían a las calles o se asomaban por los balcones y azoteas de sus casas para presenciar el Vía Crucis.