Cuando no existen las condiciones adecuadas de higiene en el animal, éste comienza a dispersar huevos de los parásitos desde la segunda o tercera semana de nacido, lo que da como resultado la contaminación del medio ambiente donde se desarrolla, que de no ser atacada, puede vivir allí por años.
México, (Notimex).- Cada año, diez mil niños estadounidenses son infectados por parásitos transmisores de múltiples enfermedades, cuyo origen son los animales domésticos, como los perros y los gatos, revelan estudios realizados por un laboratorio médico internacional.
Fernando Vázquez Rojas, médico veterinario que realizó diversos trabajos para la División de Sanidad Animal del Laboratorio Bayer, comentó que la "Toxocara canis", "Ancylostoma caninum" y "Baylisascaris procyonis" son los tres tipos de parásitos o lombrices que counmente habitan en el intestinos de estas mascotas.
En México, aunque no hay datos específicos que hablen sobre el número de personas que padecen este tipo de enfermedades, se cree que la cifra sea muy elevada dada la proliferación, principalmente, de perros abandonados en la vía pública.
El galeno comentó que cuando no existen las condiciones adecuadas de higiene en el animal, éste comienza a dispersar huevos de los parásitos desde la segunda o tercera semana de nacido, lo que da como resultado la contaminación del medio ambiente donde se desarrolla el animal, que de no ser atacada, puede vivir allí por años.
De acuerdo con la literatura exisnte, la "Toxocara canis" es la causante de diversas enfermedades, según el órgano donde se aloje, en el caso de la retina, provoca ceguera en aquellos menores que mantienen contacto con animales contaminados por este parásito.
Por su parte, el "Baylisascaris procyonis" es un parásito que habita comúnmente en los mapaches, los zorrillos y los perros y al transmitirse al hombre le puede causar lesiones de tipo neuronal.
Lo mismo ocurre con la "Ancylostoma caninum", la cual recientemente fue reconocida como la causante de enterocolitis crónica en el hombre.
Pruebas serológicas, señalan que la infección con este organismo puede ser muy común y según el lugar donde se asienta la larva, puede afectar diversos tejidos: el ocular, las vísceras o las neuronas.
Ante ello y con el afán de concientizar a la población, organismos internacionales dedicados al cuidado de la salud, como el Centro de Control y Prevención de Enfermedades y la Asociación Americana de Parasitólogos Veterinarios, recomiendan la desparasitación de las mascotas, al menos cada seis meses.
La desparasitación interna, debe realizarse en forma regular para perros y gatos, a partir de las dos semanas de nacidos y durante la vida del animal, aun cuando éste no presente parásitos en los exámenes de laboratorio.
El médico veterinario es quien debe señalar el medicamento que se tiene que aplicar, así como la dosis para el animal, lo cual se debe combinar con higiene dentro y fuera del lugar donde permanezca la mascota para evitar todo tipo de contagio.