PEKÍN, CHINA, (SUN-AEE).- Una madre mató a sus tres hijos y a una sobrina dándoles de comer sopa de sapo, que creía era buena para la digestión.
La mujer, residente en la provincia de Cantón, tenía la costumbre de inventar recetas para cocinar animales salvajes y había atrapado ella misma los batracios con los que preparó la sopa.
Los niños envenenados, que tenían entre siete y once años de edad, empezaron a tener náuseas poco después de haber ingerido la sopa, pero sólo fueron llevados al hospital mucho más tarde, cuando su estado de salud se había agravado.
Una investigación determinará si corresponde acusar penalmente a la madre y de qué cargos. Entre tanto, las autoridades sanitarias de Cantón advirtieron a la población sobre los riesgos de consumir sapos y ranas salvajes.