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CIUDAD GAZA, Franja de Gaza.- Tanques israelíes dispararon a un grupo de milicianos anoche, con un saldo de cuatro muertos, horas después de que el primer ministro israelí Ariel Sharon dijo que Israel podía seguir construyendo asentamientos en territorio palestino.
Testigos y oficiales de seguridad palestinos dijeron que los tanques dispararon por lo menos dos proyectiles hacia los milicianos de la Brigada de Mártires Al Aksa, afiliada al movimiento Fata de Yasser Arafat, en Beit Hanoun, en el norte de la Franja de Gaza.
Cuatro hombres sufrieron heridas graves, dijeron médicos palestinos y los cuerpos de dos milicianos de Al Aksa fueron transportados al hospital Shifa de Ciudad Gaza. Las fuerzas armadas israelíes no hicieron declaraciones sobre el suceso.
Horas antes, al hablar ante su gabinete, Sharon dijo que Israel puede continuar construyendo asentamientos judíos en Cisjordania, a pesar de haber aceptado el plan de paz apoyado por Estados Unidos que requiere del congelamiento de tales edificaciones.
Sharon agregó que algunos de los puestos de avanzada en Cisjordania que Israel debe desmantelar de acuerdo con el plan, son vitales para la seguridad israelí, según un funcionario de alto nivel en el gabinete, que pidió el anonimato.
Los comentarios fueron emitidos cuando mediadores internacionales, reunidos en una conferencia económica en Jordania, tratan de hallar formas de salvar el plan de paz.
Los esfuerzos para la implementación del plan han sido frustrados por la continua violencia, incluso cuando funcionarios palestinos están negociando con Hamas y otros grupos con el fin de persuadirlos para que cesen los ataques.
El ejército israelí dijo que Abdalá Kawasme, líder de Hamas en Hebrón, fue muerto a tiros el sábado cuando intentaban arrestarlo cerca de una mezquita. Fuentes militares dijeron que estaba armado con un fusil M-16 y no obedeció la orden de detenerse.
Los palestinos calificaron el incidente como asesinato y un testigo, Mohammed Nasser Eddin, de 26 años, dijo que Kawasme no estaba armado. Agregó que Kawasme había bajado de un taxi fuera de una mezquita cuando tres camionetas se acercaron desde diferentes direcciones.
Kawasme “empezó a correr hacia un campo y entonces hubo disparos desde uno de los vehículos y después muchos jeeps del ejército llegaron al área y ellos (los soldados) nos dijeron que entráramos a la mezquita y no saliéramos”.
El incidente resalta uno de los puntos más difíciles para la implementación del plan. Los grupos extremistas dicen que sólo detendrán los atentados si Israel cesa todos sus ataques, incluidas las ejecuciones selectivas. Israel se niega afirmando que no cederá cuando se trata de su seguridad y que tiene todo el derecho de perseguir a quienes llama “bombas activas”.
Antes, ese término era aplicado a atacantes que estaban a punto de perpetrar ataques, pero Israel ha adoptado una definición mucho más amplia que incluye a quienes planean los atentados dinamiteros y los tiroteos, no sólo a los atacantes. Estados Unidos no ha aceptado el uso amplio de la frase.
El ministro de Defensa israelí Shaul Mofaz dijo a ministros del gabinete que “Kawasme era una bomba activa clásica, de hecho era una fábrica entera de bombas activas”.
Sharon calificó la operación de “exitosa y muy importante” y advirtió que si la Autoridad Palestina continúa negándose a tomar “medidas serias contra los terroristas... nosotros continuaremos con nuestras medidas para dar seguridad al pueblo de Israel”.
Israel acusaba a Kawasme de ser el autor intelectual de ataques en que murieron 40 israelíes, incluidos 17 que perecieron el 11 de junio en un ataque dinamitero en Jerusalén.
“Israel busca sabotear la posibilidad de un entendimiento común palestino entre facciones”, dijo anoche Ziad Abu Amr, el ministro palestino a cargo de negociar una tregua.