Reuters
WASHINGTON, EU.- El secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, Tom Ridge, dijo ayer que el gobierno está investigando una posible amenaza contra la planta de energía nuclear de Palo Verde, en el estado de Arizona.
“En un nuevo esfuerzo coordinado entre las agencias federales con el gran apoyo de (las autoridades) estatales y locales estamos manejando información muy específica”, dijo Ridge a los periodistas.
“Es obvio que fue lo suficientemente grave y creíble para que pusiéramos a las agencias federales pertinentes a investigar basados en la información sobre una amenaza”, agregó.
La planta de energía de Palo Verde, operada por Arizona Public Service Co, es la mayor central nuclear del país. Tiene tres reactores capaces de generar hasta 3.800 megavatios, energía suficiente para casi cuatro millones de hogares.
La investigación comenzó hace 48 horas, según Ridge, quien declinó hacer comentarios sobre cuál fue la información específica que condujo a las autoridades a pensar que podría haber una amenaza.
Informes sobre
células inactivas
Funcionarios de Estados Unidos estaban buscando “células inactivas” del gobierno iraquí que pudieran realizar ataques contra la planta de Palo Verde, según la edición de ayer del diario Washington Times.
El Times, citando fuentes no identificadas, dijeron que la amenaza contra la planta estaba incluida en informes clasificados de inteligencia.
El lunes, antes de que las tropas lideradas por Estados Unidos comenzaran a atacar a Iraq, el gobierno norteamericano puso a la nación en el segundo nivel superior de alerta (naranja) lo que implica un alto riesgo de ataque terrorista.
Todas las 103 plantas nucleares de la nación han estado en alerta desde los ataques del 11 de septiembre del 2001. Uno de los secuestradores involucrados en los ataques suicidas contra el World Trade Center y el Pentágono estaba vinculado a una escuela de aviación en Arizona, según un comunicado emitido por la FBI el año pasado.
La gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, dijo que había enviado el martes a tropas de la Guardia Nacional a la planta de Palo Alto.
“No estamos en posición de comentar sobre las amenazas específicas que pueden haber surgido contra la planta”, dijo en un comunicado.
El secretario de Energía de Estados Unidos, Spencer Abraham, que testificó antes la Comisión de Servicios Armados del Senado, se negó a dar detalles sobre la naturaleza de una posible amenaza contra la planta. “Lidiaremos adecuadamente con cualquier amenaza”, añadió.
Asimismo, funcionarios locales y legisladores temen que una de las plantas nucleares en Estados Unidos sea el objetivo de sabotaje o un ataque como represalia de la operación militar contra Iraq.
La planta de Palo Verde es propiedad conjunta de las empresas Arizona Public Service, Edison Internaciontal’s Southern California Edison Co, El Paso Electric Co, Public Service Co de PNM Resources Inc, en Nuevo México, y de Departamento de Agua y Plantas de Los Ángeles, así como el Proyecto Salt River y la Autoridad de Plantas Públicas del Sur de California.