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México, DF.- De acuerdo con la Heritage Fundation, México avanzó cuatro lugares en la calificación mundial del índice de libertad económica, como consecuencia del manejo más transparente y responsable de la política monetaria, así como a los mejoramientos de la regulación, pero se propone consolidar la transición política.
En el documento ?Análisis estratégico. Libertad económica y crecimiento económico?, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) expone que México pasó de la posición 60 a la 56 entre 161 naciones, pero el reporte sugiere que es fundamental consolidar la transición política y el desarrollo de una economía más libre y competitiva.
Refiere que aun cuando la elección de Vicente Fox Quesada como presidente en el año 2000 terminó con siete décadas del régimen priista, la falta de consensos en el Congreso ha impedido instrumentar reformas estructurales que son fundamentales para impulsar el crecimiento económico y una mayor competencia en el país.
?Con base en lo anterior, para que el país progrese y alcance un crecimiento económico mayor, es necesario liberar aún más la economía, permitiendo la competencia en el sector energético, flexibilizando la regulación laboral para relacionar los aumentos salariales con las ganancias en productividad.
De igual forma, ?reduciendo la burocracia para combatir la corrupción y, de esta manera, hacer más fácil la actividad de las pequeñas y medianas empresas, las cuales generan la mayor parte del empleo en el país?.
El CEESP expone también que es necesario mejorar la transparencia y eficiencia en el uso de recursos públicos, sobre todo en los gobiernos estatales y municipales, para fortalecer la democracia a nivel local y la rendición de cuentas.
La libertad económica es entendida como la ausencia de restricciones gubernamentales innecesarias en el marco jurídico, para llevar a cabo las actividades de producción, distribución o consumo de bienes y servicios por parte de los ciudadanos, lo que conlleva a una mayor creación de riqueza y crecimiento económico.
En suma, señala el CEESP, para lograr una mayor libertad económica es necesario permitir la competencia en el sector energético, flexibilizar la regulación laboral para relacionar los aumentos salariales con las ganancias en productividad y reducir la burocracia para combatir la corrupción.