CHICAGO, (Reuters) - Una de las razones de que los estadounidenses estén cada vez más obesos es elemental: sus porciones de alimentos en los restaurantes, y aun en sus casas, aumentaron un 60 por ciento en menos de 30 años.
Un estudio de investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, también dijo que desde fines de la década de 1970 a la de 1990, las dietas también contienen más alimentos salados, poco saludables.
"Muchas personas han pensado que el tamaño de las porciones podría estar en aumento, pero hasta ahora no había datos (ni tendencia estadística) que documentaran el aumento real", dijo Samara Nielsen, coautora del estudio.
"Pensamos que ésta es una información importante no sólo porque documenta esta tendencia, sino porque la obesidad representa una amenaza creciente para la salud tanto en Estados Unidos como en el extranjero", agregó.
La combinación de las grandes porciones de alimento con la menor actividad física y las dietas no saludables, se traduce en mayores riesgos para cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, la diabetes y otras amenazas de la salud, dijo el coautor del estudio Barry Popkin.
Durante dos décadas, el estudio halló que el tamaño promedio de la porción de bocadillos salados aumentó un 60 por ciento, ó 93 calorías, a 45 gramos; el volumen de las bebidas suaves aumentó un 50 por ciento, ó 49 calorías, a 565 mililitros; las porciones de hamburguesa crecieron en un 23 por ciento, ó 97 calorías, a 199 gramos, y las porciones de papas fritas aumentaron en un 16 por ciento, ó 68 calorías, a 102 gramos.
Sólo las porciones de pizza permanecieron más o menos igual, en 476 calorías, ó 173 gramos.
Los hallazgos se basaron en un análisis del consumo de alimentos de más de 63.000 individuos, y se recogieron en tres sondeos nacionales conducidos en 1977, 1989, y 1996.
El estudio publicado en la edición de esta semana del Journal of the American Medical Association, explicó que el papel exacto del tamaño de las porciones en los crecientes índices de obesidad no se pudo determinar, pero ciertamente ha contribuido.
Una cifra que fluctúa entre uno de cada tres y uno de cada cinco adultos estadounidenses es obeso, número mayor que en 1977, que era de uno de cada siete.
"Claramente el problema es que los estadounidenses están consumiendo demasiado alimento", dijo Popkin, agregando que es crucial la elección de lo que se come.