POR HÉCTOR SILLER
La contoversia no existe en las Águilas de Philadelphia, se ha anunciado oficialmente que será Donovan McNabb el mariscal de campo el próximo sábado cuando las Águilas enfrenten a los Halcones de Atlanta en el juego de postemporaa divisional, esto, a pesar de que las Águilas acumularon récord de 5-1 en ganados y perdidos cuando McNabb estuvo lesionado y Feeley, tercer mariscal de campo, tomó los controles del equipo.
McNabb se ha mantenido entrenando por espacio de dos semanas, antes de eso tuvo dolor en la pierna, pero de acuerdo a los anuncios de la escuadra, el dolor ha desaparecido y McNabb está listo para jugar, nadie sabe exactamente cómo ha evolucionado la lesión y lo que muchos temen es que su movilidad haya sido afecatada por esta fractura, pero esto nadie lo sabe a ciencia cierta, ya que no hay acceso para los medios de comunicación en los entrenamientos, así que será una sorpresa su desempeño en el emparrillado.
Lo más notable que ha pasado en el tiempo que McNabb ha estado fuera, es que las Águilas han demostrado que no son una escuadra de un solo jugador, McNabb es un hombre muy importante, la química que hace con sus compañeros provoca victoria, pero sin él, las Águilas ganaron en cinco ocasiones utilizando su ataque terrestre, a sus alas cerradas y una defensiva muy agresiva y capaz de resolver cualquier situación en contra.
Philadelphia sólo perdió el último juego de la temporada cuando fueron derrotados por los Gigantes en un dramático encuentro en donde las Águilas fallaron dos goles de campo que les hubieran significado el triunfo, realmente es una escuadra lista para Súper Tazón aunque ciertamente su desempeño en el último partido no fue lo que todo mundo esperaba.
Las Águilas tienen la ventaja de jugar toda la postemporada en casa, en el Estadio de los Veteranos, que es un lugar realmente difícil para ir y ganar, es un estadio frío, con pobres condiciones, uno de los pastos artificiales más deteriorados de la liga, pero dominado por los locales, nadie quiere ir a Philadelphia a jugar y esto será un factor extra a favor de la gente de Andy Reid.
Cuando McNabb sufrió la fractura en el mes de noviembre en un juego ante los Cardenales de Phoenix, se lastimó durante las acciones del primer cuarto, y debido al gran dolor que sentía dejó de correr la bola y de salir fuera de la bolsa de protección, pero el resultado fue sorprendente, ya que jugando como pasador logró uno de los mejores partidos de su carrera y despedazó a los Cardenales.
Esto es un peligro extra, ya que McNabb sabe correr la bola, pero si también logra lanzarla entonces nadie los podrá parar en su camino hacia San Diego. Pero hay más, la defensiva de los Halcones es la número 23 en contra de la carrera, es decir, bastante mala, entonces las Águilas buscarán correr la bola y con esto le quitarán presión a McNabb o bien abrirán la posibilidad para que este corredor se despliegue en amplios carriles que seguramente se formarán, McNabb debe de cuidarse de una lesión, en estos momentos las Águilas confían en él para llegar lejos, es cuestión sólo de esperar, es el juego de su regreso y si ganan vienen cosas importantes, Atlanta es una buena escuadra pero no ofrece el riesgo de otras potencias.
En caso de que alguna lesión ocurriera, las Águilas han probado que pueden ganar con Feeley o con Koy Detmer, pero obviamente las cosas no serían tan fáciles, además es un momento importante de la temporada para lesionarse, el hecho de que McNabb regresara a la banca acabaría con la moral de esta escuadra teniendo por delante el juego de campeonato de la Conferencia.