No entienden
¿Qué tal, amigos..? A pesar de la experiencia de otros equipos, al parecer los directivos del futbol mexicano siguen creyendo que cuando un jugador no rinde lo que de él se espera y el equipo tiene serios problemas para conseguir puntos, lo primero que hay que hacer es castigar al jugador o despedir al técnico.
Los últimos equipos que tomaron esta decisión visceral (multar jugadores) están ahora en la categoría inferior, o sea BAJARON a la Primera “A”, uno de ellos el Toros Neza que fue un animador del torneo a mediados de los noventas llegando a disputar el título, tenían jugadores como Antonio Mohamed, Rodrigo Ruiz, Germán Arangio y otros que inclusive impusieron dos modas.
La primera moda fue raparse todos el cabello, porque así se lo había impuesto el entrenador chileno Carlos Reynoso, (que también bajó y ahora dirige al León en la Primera “A”) al líder del equipo Antonio Mohamed que lucía una larga cabellera, así que el equipo fue conocido como el de los “pelones”.
La segunda moda fue de pintarse el cabello de colores, ya Reynoso no estaba en el equipo y les tocó enfrentarlos, el chileno dijo que si le quitaban el pantaloncillo a Mohamed, “De seguro trae pantaletas”, con una connotación feminista, por lo que Mohamed y compañía se pintaron el cabello de diferentes colores, por cierto cuando Reynoso dirigió al América y participó en la Copa Libertadores, se llevó de refuerzo a Mohamed. Amor apache.
Sin embargo luego de las grandes hazañas, vinieron las vacas flacas y Toros Neza empezó a perder puntos importantes, por lo que el dueño Juan Antonio Hernández, propietario de una agencia de autofinanciamiento, decidió sancionar a los jugadores. Lo mismo de siempre, algunos a “medio sueldo” por bajo rendimiento, por supuesto sin bases claras y contundentes, rescisiones de contrato, deudas de quincenas de sueldo, amenazas –algunas cumplidas– y así sucesivamente.
Obviamente el equipo descendió –y no por culpa de los jugadores– y ahora juega en la Primera “A”.
También al León le pasó lo mismo, problemas con jugadores que fueron separados del equipo, el liderazgo del portero Islas, atrasos de sueldos, multas, castigos y para no hacer larga la historia otra vez lo mismo. ¿El resultado?, León juega en la Primea “A” donde es líder, al mando de alguien que hemos mencionado en esta columna; el chileno Carlos Reynoso.
La misma situación del Puebla (cuatro puntos) con castigos, multas y amenazas con la diferencia que Puebla puede perder la categoría.
Cruz Azul antes de iniciar el torneo tuvo problemas con los jugadores porque les redujo el sueldo en un 30 por ciento y los obligó a firmar nuevos contratos (acaban de aceptar que actualmente los futbolistas firman dobles contratos), algunos de ellos entre otros Pinheiro amenazaron con quedarse sin jugar, pero pensándolo mejor aceptaron el ofrecimiento.
Mario Carrillo encontró un equipo desecho anímicamente y no lo ha podido levantar
Aquí hay que aclarar que no es que los jugadores “no quieren jugar”, como muchos piensan, la realidad es que el deporte de alto rendimiento necesita deportistas fuertes en todos los aspectos y uno de ellos es el estado sicológico, de tal manera que si los futbolistas se sienten agredidos, no están preparados para rendir de acuerdo a su capacidad. Ellos saben que pierden dinero, pero no tienen la motivación –que obra milagros– necesaria para ganar partidos.
Cruz Azul, que ha ganado cinco de 24 puntos disputados en el torneo, acaba de sufrir la peor humillación de su historia en la Copa Libertadores al ser derrotado por 6-1 por el equipo Fénix de Uruguay, nosotros estamos seguros que esa derrota se la deben en un gran porcentaje a los problemas que existieron antes que iniciara la temporada. Carrillo no tiene la culpa.
¡Hasta pronto!