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COMITAN, Chis.- Médicos, enfermeras y personal administrativo del Hospital Regional, donde en diciembre y enero murieron 33 menores de edad, marcharon ayer para deslindarse de responsabilidades y demandar que las investigaciones que realiza la Procuraduría de Justicia del Estado sean “apegadas a derecho”.
Durante la manifestación pacífica, más de 500 trabajadores del nosocomio recibieron el respaldo de sus colegas de los municipios de Motozintla, San Cristóbal, Tuxtla, Las Margaritas y Frontera Comalapa, quienes responsabilizaron al Gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía de las muertes de lo nacidos.
Y es que aclararon que en mayo del 2000 pararon labores durante 20 días para pedir a la Secretaría de Salud (SSA) y al Gobierno Estatal y Federal mayores recursos, equipo y medicinas para clínicas y hospitales de la entidad, pero “nunca nos escuchó”.
En esa ocasión se enviaron escritos donde decían que en el hospital se estaban usando jeringas hasta en más de cuatro veces para atender a los pacientes, en su mayoría en extrema pobreza.
En medio de esta crisis se presentó la muerte de los 33 menores, situación que tuvieron que enfrentar con equipo deteriorado y el escaso personal que labora en el nosocomio, que atiende a una población de 19 municipios y más de 500 mil habitantes.
“Estadios construyes y a tus niños destruyes”, “Julio Frenk, tú en el extranjero y los niños muriendo”, “Gobierno asesino estás acabando con los niños”, “Estrada y Salazar están sin hacer nada”, proclamaron los médicos y enfermeras durante su recorrido por las principales calles de esta ciudad.
Desde los balcones y terrazas de las casas, muchos habitantes de esta ciudad salían a aplaudir el paso de los médicos y enfermeras. “Eso es, no se dejen”.
Durante la marcha los inconformes acusaron a los medios de comunicación de ser los “responsables directos” de la crisis que se vive en hospital, por lo que pidieron a la ciudadanía que siga asistiendo a la institución con confianza.
“Nos acusan de negligencia, pero es una falsedad. Los negligentes son las autoridades”, decía desde un micrófono uno de los trabajadores que encabezaba el contingente.
El doctor Jorge Arturo Pinto Astudillo, uno de los tres pediatras que iban en la marcha, dijo sentirse “muy triste” como médico por las acusaciones que se le hacen al personal de salud al responsabilizarlo de los decesos ocurridos en el hospital.
Por esto, pidió a la Procuraduría de Justicia del Estado que si encuentra negligencia médica que lo demuestre, pues varios equipos de expertos han llevado a cabo investigaciones. “Han revisado expedientes y expedientes y no han encontrado nada”, dijo.
Ya frente a la alcaldía, las enfermeras y médicos gritaban: “Queremos solución, no órdenes de aprehensión”.
Pinto Astudillo cuestionó al equipo de la Procuraduría de Justicia del Estado que realizó las investigaciones, pues dijo es poco probable que su dictamen sea avalado por un colegio de expertos.
Aseguró que el equipo de médicos que laboran en el hospital vive en constante tensión por los rumores que se propagan en el sentido de que de un “momento a otro” van a liberar las órdenes de arresto. “Esto es angustiante para nuestras familias”, expuso el galeno.
Negó además que el 25 de diciembre se haya ausentado el pediatra que le tocaba cubrir el turno del día. En la noche sí estuvo, pero además ahí estaban los médicos residentes, generales e internistas. Es más, aportó un dato: ese día “no murió” ningún menor.
Dijo que la crisis que se vive en el hospital se debe a que éste no tiene completa su plantilla para cubrir los siete turnos. Se requiere de al menos cuatro pediatras, solicitud que se ha hecho ante autoridades de la Secretaría de Salud, pero no la han cumplido.
“Se necesita infraestructura y personal médico para el hospital”, insistió Pinto Astudillo.
Y reprochó el manejo de la información que han hecho los medios de comunicación en el caso del fallecimiento de los niños: “Estoy indignado cómo se ha manejado la información. Todo esto ha provocado que la gente deje de ir al hospital, que es la única alternativa de salud que hay en la región”.
Después de permanecer apostados frente a la alcaldía por más de una hora, los médicos y enfermeras regresaron a sus centros de trabajo.