XOCHITEPEC, MORELOS.- Una "mentira piadosa" transmitida por el sonido del Estadio Mariano Matamoros evitó la víspera una tragedia entre los aficionados locales, quienes, mal informados, creyeron que su equipo, Colibríes, alcanzaba la permanencia en la Primera División del futbol mexicano.
La afición morelense, que esperó 17 años tener un equipo de balompié en el máximo circuito tras el descenso del Zacatepec en la ya lejana temporada de 1985, recibió con cariño y entusiasmo a la franquicia adquirida del Celaya.
Conocida es la pasión y lealtad que muestran los seguidores de Morelos hacia sus equipos, y sin lugar a dudas, el consentido siempre será Zacatepec, el conjunto de más arraigo y popularidad en esa entidad del sur mexicano.
El sábado anterior, Colibríes se jugó su destino y permanencia en la Primera División, y pese al esfuerzo de sus jugadores y el apoyo de sus aficionados que abarrotaron el estadio de Xochitepec, el empate 0-0 ante Cruz Azul no fue suficiente para evitar su descenso, el cual se dio por la combinación de resultados con los otros dos equipos involucrados en esa circunstancia, Jaguares y Puebla.
La situación recordó los desmanes de la afición del Zacatepec, cuando en la temporada de 1983 perdió ante Necaxa en el estadio Agustín "Coruco" Díaz y cuando los espectadores casi terminan con ese vetusto inmueble.
Los seguidores morelenses conocen y saben de futbol, su apoyo al equipo de casa es incondicional, pero la frustración de los malos resultados y el castigo del descenso desató, como siempre, las pasiones y las agresiones.
Quizá ello haya sido la razón por la que a través del sonido local del Mariano Matamoros evitó una tragedia al (mal) informar de un empate entre Jaguares y Tecos, que combinado con la igualada de Colibríes permitía a Colibríes permanecer en la Primera División.
Las porras "Hijos de la matraca", "Colibrimanía", "Plus Morelos" y "Fuerza Colibríes" festejaron en las gradas con gritos y porras la supuesta salvación con su equipo, incluso los jugadores Mario Grano y Mario Jerez, entre otros, salieron, también engañados, a dar la vuelta olímpica al terreno de juego como si hubieran ganado el campeonato.
Pera la realidad, la verdad, era otra. Colibríes, que fue trasladado de Celaya (Guanajuato) a Xochitepec (Morelos) por el capitán de aviación Jorge Rodríguez tuvo un paso fugaz, apenas un bocadillo para la hambrienta afición morelense que esperó largos 17 años para estar en la Primera División, luego que Zacatepec cayó al circuito de ascenso.
Una manta en el estadio reflejaba el sentir y cariño por Colibríes: "Jugadores, por favor saquen la casta, coraje y humildad por esta afición", en un intento por motivar a los futbolistas a que se brindaran sobre el terreno de juego. El esfuerzo resultó insuficiente después de todos los problemas económicos y deportivos que tuvo el equipo del "Capi" Rodríguez.
Los 12 mil aficionados que llenaron hasta los bordes el estadio de Xochitepec vivieron momentos de alegría engañados por una presunta salvación, pero se retiraron del Mariano Matamoros tristes y decepcionados al conocer el descenso de su equipo.
Todos se creyeron esa mentira piadosa, a excepción de las personas que ocupaban el palco principal, entre ellos el propietario del conjunto, quienes no cayeron en el engaño al conocer siempre la verdad.