Con cinco mil pesos y el contacto preciso se puede ser dueño de un revólver .347 Magnum.
Torreón, Coah.- Pese a la negativa de las diferentes autoridades en aceptar que en esta ciudad existe un mercado negro de armas, la realidad es otra muy distinta. Semana a semana se registran riñas en las cuales los contendientes sacan a relucir pistolas de diversos calibres y los boletines policíacos reportan asaltos con sujetos armados, que no dejan duda alguna de que de alguna parte llegan estas efectivas herramientas para delinquir y causar daño.
Hasta el momento, ninguna de las corporaciones policíacas han manifestado su opinión sobre cómo, cuándo y por quiénes se está inundando Torreón con armas de distintos tipos, que llegan a manos de vándalos que una vez intoxicados con alcohol y algunas otras sustancias prohibidas, son protagonistas de feroces enfrentamientos con sus rivales en las ya conocidas colonias populares que han dado tanto de qué hablar y por mucho tiempo.
Para la Procuraduría General de la República (PGR), dependencia que es la directamente responsable de vigilar la existencia, procedencia y venta de armas de fuego, así como la posesión y portación, resulta un punto menos que intocable, pues de por sí enfrentan otro más difícil que es el narcotráfico, pero uno y otro problema van de la mano.
Recientemente, El Siglo de Torreón contactó a una persona que en su lucha por sobrevivir y allegarse los recursos necesarios para el sostenimiento de su familia, primero se fue de “mojado”, pero al ser deportado se metió de traficante de autos “chocolates”, que dicho sea de paso, fueron el vehículo para la introducción ilícita de armas de fuego.
La línea de fuego
La ruta por donde se introducen armas cortas y largas así como municiones de diferentes calibres, es la misma que los vehículos extranjeros siguen y que es Nuevo Laredo-Monterrey-Torreón, pues ya todo está arreglado y nadie los detendrá, a menos que haya una orden directa de las autoridades de México.
Tras recorrer numerosas brechas y polvorientos caminos, finalmente el convoy de autos llega al cruce del poblado La Esmeralda y Químicas del Rey, a la altura del sitio conocido como “Las Tetas de Juana”. Después arriban con facilidad a Torreón.
En todo este trayecto es muy difícil que alguno de los elementos de las diferentes corporaciones policíacas ya sea Federal Preventiva (División Caminos); Preventiva del Estado incluso las municipales están “arregladas”.
Como los agentes ya tienen el acuerdo y la tarifa por cada vehículo introducido ilegalmente al país, hacen caso omiso de la revisión interior, lo que es aprovechado por los traficantes para ganarse un billete extra, trayendo de contrabando armas de fuego y balas y así matan “dos pájaros de un tiro”.
Los lugares donde por lo general se llegan a ocultar pistolas sea revólveres o escuadras, municiones e incluso hasta escopetas o rifles de asalto como las famosas AK-47, conocidas como “cuernos de chivo”, son en el hueco de la portezuela y la tapa interior; en los asientos, dentro de las llantas de refacción.
Sobre pedido
Aunque por lo general las armas y cartuchos que llegan a Torreón para comercializarse son de calibres permitidos y los clientes no son exigentes o bien no saben lo que compran, hay opciones para los conocedores, quienes pueden hacer encargos especiales, con un módico anticipo.
Es por ello que las pistolas calibre .22, .25 y hasta la .380 o la .38 Super o .38 Especial, ya no son tan atractivas como antaño, pues ahora luego de ver cualquier película estadounidense, lo que se antoja es ser poseedor de una nueve milímetros o tan siquiera de una Magnum.
Quien tenga cinco mil pesos y el contacto preciso, puede ser dueño de un revólver .347 Magnum y con dos mil pesos más hasta de una .44 Magnum, como la que hiciera famosa el actor hollywoodense Clint Eastwood, en su serie de cintas de Harry “El Sucio”.
Si se desea estar más a la moda y le sobran unos ocho mil pesos, una Beretta o una Browning, ambas nueve milímetros, puede tenerla a la vuelta de quince días hasta su domicilio, incluso por la módica suma de cuatro mil pesos, se puede obtener un “cuerno de chivo”, para todo hay gustos.
Felices fiestas
Es durante la pretemporada navideña y los festejos decembrinos, cuando el tráfico de armas se incrementan notablemente tanto por quienes acostumbran introducirlas ilegalmente para su venta como de quienes residen en Estados Unidos y vienen a visitar a sus familiares, dijo Arturo Rodríguez, traficante de autos y armas.
Por la costumbre que se tiene en México, sobre todo en los estados del norte de “echar bala” la Nochebuena y en la llegada del Año Nuevo, es que el contrabando de armas de fuego aumenta en forma considerable, aseguró.
El “chocolatero” dice que por lo menos en cuatro de diez vehículos que ingresan al país y que son propiedad de mexicanos residentes en “el otro lado”, llevan una o dos armas ocultas, que generalmente terminan en los ejidos donde viven sus familiares a quienes se las traen de regalo.
A partir de la segunda quincena de noviembre, los pedidos comienzan a llegar y es por ello que tenemos que hacer hasta dos viajes por semanas, para satisfacer la demanda de pistolas o parque, dijo.
Arturo con 35 años a cuestas, manifiesta que él prefiere contrabandear autos y no armas, pues aunque ambas cosas pueden ser fatales de emplearlas mal, “las armas están hechas para causar daño... para matar”.
Sin embargo reconoce que de algo tiene que vivir su familia, sobre todo en esta temporada, cuando más falta hace el dinero... y es lo mismo que piensan quienes carecen de trabajo, pero tienen una pistola.