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MÉXICO, DF.- En medio de un clima de inestabilidad económica mundial y de un panorama de incertidumbre por el conflicto iraquí, el gobierno de México mantendrá una estrategia económica sustentada en una rígida disciplina fiscal, que permita la detonación del mercado interno y que garantice las inversiones público-privadas en áreas claves del país como la generación de energía y la construcción de infraestructura.
Para ello, el presidente Vicente Fox presentó ante los representantes de los sectores productivos del país, la Agenda Económica 2003, misma que estará sustentada en cuatro componentes: Conducción rígida de la macroeconomía -donde se rebase el 0.5 por ciento del déficit fiscal-, nuevo impulso a las reformas estructurales -eléctrica, fiscal y laboral-, competitividad y estímulo al empleo.
Fox reconoció que esta agenda económica articula y dirige las acciones de la administración federal hacia un propósito fundamental: proteger el bienestar de la población ante un entorno mundial incierto y sentar las bases para su incremento sostenido.
Para alcanzar los objetivos planteados, el presidente Fox instruyó a los secretarios del Trabajo, Carlos Abascal, y de Economía, Fernando Canales Clariond, para que en coordinación con la Oficina de Políticas Públicas de la Presidencia y los gobiernos de los estados construyan los acuerdos necesarios para crear las condiciones favorables para la ocupación, el empleo y la generación de oportunidades.
Según la estrategia, de la que dio detalles Eduardo Sojo, coordinador de Políticas Publicas de la Presidencia, y no el secretario de Economía, Fernando Canales, se tiene proyectado que en el 2003 se generen en el país al menos 500 mil nuevos empleos y se otorgue créditos para para unas 530 mil viviendas.
“En un mundo enrarecido por conflictos geopolíticos, por una incertidumbre creciente y por la persistencia de lastres recesivos, la Agenda Económica 2003 nos ofrece una estrategia sólida para proteger y ampliar el bienestar sobre la base de apoyar el empleo, detonar la competitividad y acrecentar el mercado interno”, explicó Fox.
En este acto, donde la demanda más recurrente fue la preservación de los empleos y mayores recursos para los proyectos productivos, el presidente Fox comentó que con esta estrategia se protege la economía de la erosión inflacionaria y fortalece las fundamentales de la economía nacional, lo que le seguirá permitiendo a México ser -agregó- la nación más confiable en América Latina para las inversiones extranjeras directas y que el año pasado alcanzaron los 13 mil millones de dólares.
Como parte de esta agenda, se refrendan las estrategias para fortalecer el mercado interno del país y la participación privada en áreas estratégicas del país, perfeccionado el marco regulatorio e impulsando a la pequeña y mediana empresa.
El presidente Fox expresó su confianza en que los distintos sectores productivos del país, entre ellos el empresarial y laboral.
, aporten ideas para mejorar o adecuar el contenido de la agenda, con la que su gobierno busca enfrentar la incertidumbre mundial.