MEXICO DF, (Reuters) - México no deportará a 15 iraquíes que salieron de su país aparentemente huyendo de la guerra que lidera Washington contra su país y mantiene gestiones para que puedan llegar a Estados Unidos como asilados, dijo el miércoles una fuente oficial.
Los emigrantes pertenecen a la minoría cristiana de Iraq, que difiere del Islam --la religión de casi toda la población iraquí-- y de regresar a su país podrían recibir una fuerte sanción, según autoridades mexicanas.
Una fuente del Instituto Nacional de Migración (INM) dijo a Reuters que está descartado "totalmente" de que México vaya a deportar a los iraquíes y que la decisión se tomó "por razones humanitarias", México ha reforzado su seguridad desplegando 10.000 militares en la frontera con Estados Unidos desde el inicio de los ataques de Estados Unidos y Gran Bretaña contra Iraq, que buscan derrocar al gobierno del presidente Saddam Hussein.
Los iraquíes fueron detenidos en territorio mexicano intentando cruzar la extensa frontera de México con Estados Unidos, donde se encuentra una comunidad de al menos 100.000 iraquíes cristianos.
"Están en conversaciones las autoridades de México y Estados Unidos para ver si les dan el asilo", dijo la fuente.
Doce de los iraquíes, algunos de ellos arrestados desde hace un mes por no tener sus papeles migratorios en regla, se encuentran en un centro de detención migratoria de Iztapalapa, en el oriente de la Ciudad de México.
TRATO "ACEPTABLE"
Integrantes de organismos de derechos humanos, que han podido entrar en contacto con los iraquíes dentro del centro de detención, dijeron que es "aceptable" el trato que están recibiendo de las autoridades migratorias, aunque se quejan de falta de cobertores y que sólo les dan arroz para comer.
Otros tres iraquíes están siendo investigados por la Procuraduría General de la República (PGR) tras ser detenidos la semana pasada en la ciudad fronteriza de Tijuana donde se identificaron con pasaportes austriacos falsos.
Uno de los tres iraquíes tiene también nacionalidad estadounidense y aparentemente estaba guiando a los otros dos para pasar a Estados Unidos a través de la frontera de 3.200 kilómetros con México, que diariamente intentan cruzar decenas de emigrantes ilegales que buscan una mejor vida.
Desde los atentados del 11 de septiembre del 2001 con aviones de pasajeros secuestrados contra el World Trade Center, en Nueva York, y el Pentágono, en Washington, más de 100 iraquíes han sido detenido en México por falta de papeles migratorios en su intento por llegar a Estados Unidos.
En la ciudad estadounidense de San Diego existe una comunidad de unos 50.000 iraquíes de religión cristiana a los que el gobierno de Estados Unidos les ha abierto las puertas, según datos del ministerio del Interior de México.
"Los 15 iraquíes sólo tienen la intención de pedir asilo y de irse a San Diego", dijo la fuente de migración.