Por: Agencias
MÉXICO, DF.- En un listado de 133 países en los que se midieron los índices de corrupción, México ocupa el lugar 64 con una calificación reprobatoria de 3.6, reporta el llamado Índice de Percepciones de Corrupción 2003 (IPC) del organismo Transparencia International (TI), liberado ayer.
De acuerdo con el organismo, “siete de cada diez países obtuvieron un resultado menor de cinco, sobre un puntaje limpio de diez en el IPC 2003 de TI, el cual refleja niveles percibidos de corrupción entre políticos y funcionarios en 133 países”.
Cinco de cada diez países en vías de desarrollo obtuvieron menos de tres puntos, señalando un alto nivel de corrupción.
Cercano a estos niveles se encuentra México, que empatado con Polonia en el lugar 64, tiene 3.6 de puntaje de acuerdo a 12 encuestas realizadas.
El puntaje IPC se refiere a percepciones sobre el grado de corrupción desde el punto de vista de empresarios, académicos y analistas de riesgo, y va de diez (altamente limpio) a cero altamente corrupto).
Por su parte, un informe del Banco Mundial divulgado ayer afirma que América Latina es una de las regiones que impone el mayor número de trabas burocráticas para hacer negocios.
Utilizando indicadores que van desde la facilidad para abrir un negocio hasta la flexibilidad de las leyes laborales, el informe “Haciendo Negocios en el 2004”, identifica las trabas que aumentan el costo de las empresas.
“Una excesiva regulación está generalmente asociada con más ineficiencia en las instituciones públicas (...) y más desempleo, corrupción, menos productividad e inversión”, asegura el informe.
Los países que más regulan son aquellos que tienen menos recursos para asegurar que los reglamentos no se conviertan en herramientas para “abusar de las empresas y pedir sobornos”, dice el citado informe.
Un empresario tiene que depositar 5,180 dólares para iniciar un negocio en México, mientras es casi gratis hacerlo en Dinamarca, Canadá, Nueva Zelandia, Singapur, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.
Brasil y México aparecen entre los primeros diez en tres de las cuatro clasificaciones sobre la hostilidad de las normas laborales (flexibilidad para contratar, para despedir y los reglamentos).
Nuestro país impone 47 procedimientos para hacer cumplir un contrato y es el séptimo peor en el mundo en esa categoría.