SANTO DOMINGO, REP. DOMINICANA.- El equipo de México con un ramillete de cuatro carreras anotadas en la primera entrada derrotó 6-2 Nicaragua para conseguir ayer el bronce en el torneo de béisbol de los XIV Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003.
La clave del partido, que se disputó en el Estadio Quisqueya, estuvo en las cuatro anotaciones que consiguió el ataque de México contra el abridor Oscar Danilo Torres y que le iban a dar la ventaja y la tranquilidad suficiente para aguantar la reacción de Nicaragua, que en el tercero consiguió reducirla con un par de carreras.
Pero el manejador de México, Raúl Cano, entendió a la perfección que el abridor Pablo Javier Ortega no daba más en el montículo y antes de terminar el tercer episodio mandó al relevista Salvador Rodríguez, que iba a ser la otra clave del triunfo de su equipo.
Rodríguez (2-0) maniató al bateo de Nicaragua al permitir sólo dos imparables con una base por bolas y dos ponches en las cuatro y un tercio de entradas que estuvo en el montículo.
“Todo el equipo jugó un gran partido, pero fue Salvador quien nos dio el control del juego desde el montículo y ahí estuvo la clave principal de la victoria”, declaró Cano. “Teníamos que cortar la racha de anotación de Nicaragua y lo conseguimos”.
Con Rodríguez, el bateo de Nicaragua se quedó sin efectividad, mientras que su pitcheo, con el segundo lanzador en el montículo, Diego García, también comenzó a perder fuerza en el siempre difícil séptimo episodio y permitió que le hiciesen la primera carrera que iba a darle a México la ventaja de 5-1.
García se fue también del montículo después de lanzar cinco entradas y dos tercios y el relevista Jairo Pineda ocupó su puesto para trabajar una y dos tercios de entradas y también ser castigado con tres indiscutibles y una carrera limpia permitida para dejar el definitivo 6-2.
El ataque de México tuvo a Roberto Méndez como su líder al irse 4-2 con un par de carreras impulsadas, mientras que Ramón Martínez ligó imparables en tres turnos al bate y piso dos veces la goma del plato.
Nicaragua (5-2), que había sido el equipo revelación e invicto con 5-0 hasta las semifinales que perdió por 2-1 contra Cuba, se iba sin conseguir la medalla y llena de frustración.
“Es muy difícil de asimilar, que después del béisbol que hemos hecho durante este torneo nos hayamos quedado sin medalla, aunque el objetivo de estar en el Mundial de Cuba lo conseguimos”, declaró Noel Areas, el piloto de Nicaragua.
La mejor marca arma que había tenido Nicaragua en los seis primeros partidos del torneo, el pitcheo, les falló desde el principio con un descontrolado Oscar Danilo Torres, el joven de 23 años, que no pudo superar la presión y permitió que lo castigasen con dos imparables y le hiciesen cuatro carreras limpias.
Torres (1-1) cargo con la derrota al ser castigado con dos imparables y cuatro carreras limpias en sólo dos tercios de entrada y dio dos bases por bolas.
México, que terminó el torneo con marca de 5-1, sólo perdió contra Panamá, lo supo aprovechar a la perfección y se quedó con la tercera medalla en la historia de los Juegos Panamericanos después de quedar también terceros en los de Buenos Aires (1951) y Sao Paulo (1963).
Nicaragua repitió el cuarto puesto que tuvo en los pasados Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999 y no consigue medalla desde los Juegos de Mar de Plata (Argentina), en 1995, cuando se quedaron con la de plata.
El equipo centroamericano también logró medalla de plata en los Juegos de Caracas de 1983.