24 noviembre 2003
Cd. de México, (EFE).- México ha pasado de ser una "dictadura perfecta" a convertirse en una "democracia imperfecta" y lo importante es que no retroceda en su avance, dijo hoy el escritor Mario Vargas Llosa.
Entre esos retrocesos posibles, Vargas Llosa deseó que el país no vuelva a ser patrimonio de una sola agrupación política, como lo fue en el pasado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó durante 71 años.
Vargas Llosa participa en México en el 69 Congreso del PEN Club Internacional, que comenzó el domingo y concluirá este sábado, y promociona su novela El paraíso en la otra esquina, que contrapone las utopías de la feminista Flora Tristán y de su nieto, el pintor Paul Gauguin.
Vargas Llosa negó en rueda de prensa haber declarado que México era uno de los países más corruptos del mundo, como se afirmó que había dicho en Miami.
"Dije que durante los 70 años del PRI, México había sido uno de los sistemas más corruptos del mundo. Sería injusto trasladar esa afirmación a lo que está ocurriendo hoy, donde ha habido en el país una evolución para mejor (en términos de corrupción)", explicó.
El escritor afirmó que en México se han producido avances traducidos en una vida política democrática y un ejercicio de la libertad de expresión, lo que representa un "gran progreso" en relación con el pasado.
Aunque agregó que no existen democracias perfectas, sí hay con distinto grado de perfeccionamiento. "A México le falta (para alcanzar la perfección) lo que a la inmensa mayoría de los países latinoamericanos: no tenemos instituciones civiles sólidas, independientes", agregó.
Según Vargas Llosa, "una institución fundamental para que una democracia funcione es la justicia, tribunales independientes de los poderes, jueces capaces e íntegros, y ésos no existen en México ni en Perú o en Argentina".
"La justicia en América Latina es muy ineficiente y en muchos casos muy sensible a la corrupción, lo que es uno de los grandes vacíos y deficiencias de la vida democrática".
Esta carencia, junto con la de una economía de mercado eficiente, señaló, es lo que provoca frustración en los ciudadanos, deja en un estado de precariedad a las democracias aún imperfectas y genera brotes populistas, como el que llevó a Hugo Chávez al poder en Venezuela, agregó.
Vargas Llosa consideró que el presidente mexicano, Vicente Fox, ha contribuido a la democratización de México, pero ha demostrado debilidad y falta de liderazgo e iniciativa al emprender las reformas sociales y políticas que requiere el país.
"Una decepción", agregó, "que se ha materializado en las últimas elecciones", en las que el gobernante Partido Acción Nacional perdió más de 50 escaños en la Cámara de Diputados.
Además afirmó que los movimientos indígenas en Latinoamérica, como el del boliviano Evo Morales, no representan a sus miembros sino que se limitan a luchar por el poder y que el "Subcomandante Marcos", del mexicano Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), es un ejemplo más de estos "demagogos indígenas".
"Un buen libro demuestra siempre que la realidad está mal hecha, que el mundo es imperfecto, incapaz de satisfacer nuestros anhelos.
Comparada con la realidad que recrea la literatura, la que vivimos es pobre y mediocre", explicó.
Y "eso hace que los lectores de buena literatura sean seres irremediablemente insatisfechos, lo que mantiene vivo el espíritu crítico y es el motor del progreso", concluyó.