Imola, Italia.- Un dolido Michael Schumacher, afectado por el fallecimiento de su madre ayer, dijo que él hizo lo que ella hubiera deseado, en referencia a su participación en el Gran Premio de San Marino, donde el piloto germano obtuvo su primer triunfo de la temporada de Fórmula Uno.
“A mi madre le encantaba estar junto a la pista de karting en Kerpen y vernos correr”, citó a Schumacher la portavoz Sabine Kehm después del triunfo del quíntuple campeón del mundo en Imola, horas después de la muerte de su madre.
“Mi madre y mi padre siempre nos apoyaron”, agregó en referencia a la carrera de piloto profesional junto a su hermano Ralf, actualmente en el equipo Williams, y cuarto el domingo en San Marino. “Ellos hicieron posible lo que estamos haciendo ahora (correr en Fórmula Uno) y ella hubiera querido que participáramos de esta carrera. Estoy seguro de eso”.
Michael y su hermano menor Ralf la visitaron el sábado para una despedida final después de quedar en el primero y segundo lugar de la clasificación para el GP de San Marino.
“Todos en el equipo (Ferrari) -nuestro presidente, técnicos, mecánicos, el cocinero- me dieron su pésame por esta terrible jornada, ellos me han brindado un gran apoyo”, dijo Michael. “Eso me hizo muy bien”.
Schumacher se presentó en el podio después de la carrera con un brazalete negro y no descorchó la botella de champaña como se celebra tradicionalmente un triunfo.
Se le permitió no presentarse en la conferencia de prensa posterior a la carrera, a la cual asistió en su lugar el director del equipo Ferrari, el francés Jean Todt.
“Fue un día muy difícil para él. Cumplió con su trabajo porque el quería hacerlo”, dijo Todt. “Hizo una tarea fantástica para el equipo”.