Los Angeles (EEUU)(EFE).- La revista "Vanity Fair" ha abierto un nuevo capítulo en la escandalosa saga de Michael Jackson, asegurando que la superestrella del pop está endeudada hasta las cejas, tiene menos nariz que una momia e hizo vudú contra Steven Spielberg.
En el último ejemplar de la revista, dedicado al "Hollywood del 2003", y que sale a la venta el próximo día 11, la periodista Maureen Orth vuelve a poner a Jackson en el centro del escándalo.
El artículo de "Vanity Fair" señala que Jackson participó en el ritual de vudú en Suiza y donde le fueron prometidas las vidas del director Steven Spielberg, el ejecutivo musical David Geffen y otras 23 personas que formaban la lista de enemigos del "rey del pop".
Tras someterse a un baño de sangre, el popular cantante pagó 150.000 dólares al jefe Baba, en Mali, para que sacrificara 42 vacas en su nombre, uno de los diversos rituales que describe la publicación.
Todos estos datos proceden de diferentes documentos judiciales relacionados con el cantante y los diversos procesos legales en los que está involucrado, según la revista.
Gran parte de estos procesos tienen relación con el supuesto estado de deudas en el que supuestamente se encuentra este popular artista que, de acuerdo con la revista, tiene 240 millones de dólares en números rojos por culpa de su extravagante modo de vida.
En concreto, el mantenimiento de su rancho, en el que instaló un parque de atracciones privado, asciende a cuatro millones de dólares al año, una cifra que casi le costó su cierre en abril de 2001 por falta de pago, asegura la publicación
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Según el artículo, el cantante de 44 años usa una nariz postiza dado que en su rostro ya no quedan más que dos agujeros donde en su día el más joven de los Jackson Five lucía su propia nariz, de rasgos africanos.
"De cerca, la apariencia de Jackson es sorprendente. Lleva una peluca de paje y su rostro está cubierto de maquillaje blanco para disimular la prótesis que le hace de nariz", asegura el artículo.
Además, subraya la misma publicación, el cantante de "Bad" lleva años aclarándose la piel como si fuera con lejía porque no le gusta ser negro.
Estos dos puntos han sido motivo de continuos rumores debido a la transformación física hecha por este intérprete tan famoso como misterioso, que procura no enseñar su rostro en público, cubriéndolo con gasas, velos o mascarillas de quirófano.
Una polémica avivada en los últimos meses ante sus últimas apariciones en público, durante un juicio en el que su nariz parecía a punto de caersele, supuestamente fruto de un excesivo número de operaciones faciales.
Está también su paso por Berlín, donde mostró a su último hijo, sacándolo peligrosamente por encima de la barandilla del balcón del hotel en el que se hospedaba.
Todo ello se ha visto culminado por el reportaje televisivo británico en el que Jackson admitía que en ocasiones dormía en la misma cama con sus hijos e incluso con otros niños que visitaban el rancho "Neverland", que tiene en las proximidades de Santa Bárbara (California).