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MÉXICO, DF.- Durante casi cinco horas, doce pasajeros de un microbús permanecieron secuestrados, una de las mujeres fue víctima de abuso sexual y cuando, todos, decidieron levantar su denuncia, se toparon con la resistencia del Ministerio Público a tomarles su testimonio.
El microbús 0010292, con número económico 92 de la Ruta uno, fue secuestrado con 12 pasajeros, entre ellos tres mujeres, de las cuales una, la que traía falda, fue violada.
Era sábado en la noche, hace apenas cinco semanas. La unidad salió del Metro CU a Villa Panamericana, a las 23:15 horas con doce pasajeros a bordo y dos delincuentes, que hasta ese momento jugueteaban en un asiento trasero.
Unos metros adelante se levantaron y sacaron armas, "dos sujetos, uno de ellos con corte como militar, alto y blanco y otro chaparro y moreno, ambos bien vestidos", recuerda José Antonio P., conductor de la unidad.
Todos tuvieron que tirarse al suelo, boca abajo y con la cabeza hacia la parte trasera de la unidad. Algunos fueron obligados a punta de pie y puñetazos, a meterse debajo de los asientos y otros sobre el pasillo, unos encima de otros. Las mujeres fueron colocadas en la parte delantera. Una mujer de unos 30 años, la única con falda, fue violada.
Eran las cuatro de la madrugada y con dinero en efectivo, sacado de las tarjetas de los pasajeros y la cuenta del chofer, los dos hombres se dieron a la fuga.
"Me aventaron las llaves hacia una zona muy oscura, en las inmediaciones del Metro Pantitlán”. Cuando por fin las encontramos, fuimos a una gasolinera donde llamamos por teléfono a la policía pero tras 15 minutos de espera nadie llegó.
La muchacha que violaron fue convencida de levantar su denuncia. Entre los mismos afectados se pusieron de acuerdo para ir al MP.
"Ahí, en la Agencia 22, como a las cuatro y media de la mañana, ubicada en Tecoaliapan y Zompantitla, un molesto agente del Ministerio Público que estaba durmiendo nos dijo que sólo la muchacha y yo podíamos levantar la denuncia, que los demás regresaran otro día cualquiera para declarar.